Contra el 'mientras tanto'

Lo prometo: esto no va de política otra vez. Pero permítanme que entre en materia tomando prestada una referencia a ella. El 'mientras tanto' es una idea que los últimos años experimenta un cierto 'revival'. Da título al libro 'Mentrestant' de Maurici Serrahima, que marcaba un qué hacer en la posguerra durante la espera godotiona del final del régimen. El concepto, recuperado por Jordi Amat –a la sazón editor de la obra de Serrahima- ha tomado muchas otras declinaciones políticas, desde el comunismo en la revista 'Mientras tanto', hasta el independentismo, que lo empleaba recientemente en boca de Jordi Puigneró y Jordi Sànchez como estación de servicio en el camino a su Ítaca.

Pero como les decía, este no es un artículo político; es un artículo sobre lo personal en estos tiempos inciertos. Porque los años no vienen con tíquet de caja; lo que hagamos o dejemos de hacer para ser felices ahora –dentro del margen de las cartas que reparta la pandemia- será lo que llamaremos “nuestros tiempos”. No vamos a tener día del armisticio, no habrá una fiesta popular en las calles que nos anuncie que todo ha terminado, porque las victorias –que tienen que venir, en forma de vacuna y tratamientos- serán siempre parciales e incompletas.

Estos meses no son un 'mentrestant', son nuestras vidas, y necesitamos encontrar la manera de vivirlas. De poder movernos y de ganarnos los garbanzos. De visitar a nuestros mayores sin jugarnos la salud ni la cordura. De hacer y mantener amistades y concebir y educar hijos y proyectos y divertirnos, y de perder algún kilito. De tener la casa medio ordenada y al gato medio feliz y de llorar las penas y celebrar las alegrías, que no se toman tampoco vacaciones. Y de olvidar por un segundo que existe la pandemia, porque no existe solo la pandemia. Muchas de estas aspiraciones, sí, dependen sobre todo de las medidas sanitarias y sociales que implemente la política, y debemos seguir pidiendo y empujando para que sean acertadas. Pero si el 'mentrestant' político se refiere por definición a un futuro utópico, este presente áspero solo nos dará las treguas que con paciencia y esperanza logremos arrancarle. Urgente pues que luchemos por ellas día a día.