Desde L'Hospitalet

De safari urbano

Soy un primate nómada y si algo he aprendido es que, incluso el destino más próximo, esconde extraordinarias aventuras

zentauroepp24474802 l hospitalet de llobregat 12 12 2013  tecla sala centre cult200723165202

zentauroepp24474802 l hospitalet de llobregat 12 12 2013 tecla sala centre cult200723165202 / periodico

Jordi Serrallonga

Jordi Serrallonga

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Nací en Barcelona y me crié en L'Hospitalet de Llobregat. Tocó independizarse y regresé a la metrópoli natal, hasta que –avatares de la vida– acabé migrando desde Gràcia a Sant Josep. He vuelto a mi barrio. No ha cambiado mucho. Fábricas, almacenes y bloques de pisos siguen ahí. Entonces, sin coche ni segunda residencia, y con un verano atípico: «¿qué hago?». Soy un primate nómada y si algo he aprendido es que, incluso el destino más próximo, esconde extraordinarias aventuras. Pasear por los alrededores de Sant Josep, ya sea a pie o en bicicleta, no es una excepción.

Empezaremos por la iglesia románica de Santa Eulàlia de Provençana –de principios del siglo XII–, para después visitar dos ejemplos de arqueología industrial: la colonia textil Tecla Sala –hoy biblioteca y centro cultural– y la fábrica de cerámicas Cosme Toda. Llegados al sur, topamos con la ermita medieval de Bellvitge. Y de las piedras a la historia natural; no muy lejos se hallan los senderos que conectan con la fauna y flora del río Llobregat.

Enfilando la rambla de Marina hacia el norte, la antigua riera cambia de nombre –rambla de Just Oliveras– y de barrio. En el Centre no solo se ubica el ayuntamiento sino casas señoriales como Ca n'Arús, además de la calle de Xipreret con La Atalaia y la renacentista Casa de l'Armonia. En Casa Espanya, edificio gótico, se ubica el Museu de L'Hospitalet; hogar de una pieza arqueológica icónica para la ciudad: la Cabeza de Medusa. Datada en el siglo II a.C., nos habla de la presencia de los romanos en la zona.

Es fácil que, de camino al parque de Can Buxeres para disfrutar del modernismo, no solo nos crucemos con la masia de Can Sumarro sino con algunas de las actividades de divulgación que organiza Pessics de Ciència desde el Centre Cultural Sant Josep. Y me dejo muchas más maravillas en el tintero, como una fortaleza medieval en lo alto de la Torrassa: el Castell de Bellvís. O lo mejor de L'Hospitalet (el topónimo procede del hospital fundado en el siglo XII): su hospitalidad.

TEMAS