Ideas

La vida después del amor

'Dollface', la nueva serie de HBO, explora el viaje emocional de una mujer que se libera, no por decisión propia, de una relación absorbente

La actriz Kat Dennings.

La actriz Kat Dennings. / periodico

Mónica Vázquez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

'Dollface', una nueva serie ahora en HBO, explora, con mucho sarcasmo, el viaje emocional de una mujer que se libera, no por decisión propia, de una relación absorbente en la que todo gira alrededor de su pareja masculina. Al terminar esa relación tiene que reencontrarse a sí misma mediante interacciones sociales más allá de su pareja, aprendiendo de nuevo, o quizá por primera vez, cómo funcionan los contratos sociales naturalizados hasta el punto de darlos por hecho, y cómo navegar las expectativas de los demás.

Jules, nuestra protagonista, se ve obligada a enfrentarse a la inevitabilidad de las decisiones que ha tomado durante años, descuidando sus amistades al priorizar constantemente los deseos de su pareja y su necesidad de complacerle al precio que fuese necesario. En este caso, el precio es uno bien conocido: Jules se pierde a sí misma en la relación, convirtiéndose en un elemento facilitador al servicio del hombre que ama, subyugando la expresión de su ser hasta el punto de no ser ya más si no forma parte de esa relación. 

Negación sistemática del ser

Esta historia no es nueva. La hemos oído mil veces, a veces en la pantalla, muchas veces entre cervezas y alguna que otra risa hecha suspiro. Todos conocemos al menos un ejemplo que podría encajar en esta situación, en esa negación sistemática del ser, la desaparición del individuo a manos de esa necesidad programada de formar parte de una pareja.

La serie hace uso de elementos fantásticos, tirando de una ironía surrealista que viste conceptos complicados de un humor inescapable. Los personajes hablan con una libertad imposible, despojados de los filtros que la sociedad nos impone desde pequeños, más allá del ímpetu de complacer a los demás que algunos aprenden mejor que otros, especialmente las mujeres.

No puedo imaginar nada más poderoso que una mujer liberada de la necesidad de gustar a los demás. 'Dollface', sin ser la mejor serie del año, coquetea con la idea de arrancar los sistemas opresivos de autocensura que adquirimos, y solamente por eso, merece la pena verla. El hecho de que esté protagonizada por Kat Dennings es, a mi manera de ver, la guinda definitiva de un pastel por el que siempre tendré antojo.