Lo decía Valéry

Ha sido un fin de semana de reencuentros. Lo decía Paul Valéry: "Lo más profundo del ser humano es la piel". Los sentimientos, los deseos, no se basan en una decisión racional, sino en el contacto epidérmico. Es en la piel donde experimentamos la pulsión que nos acerca al otro. Y, siendo una capa superficial que nos separa del medio externo, siendo la parte del cuerpo que más nos acerca al reino animal, es a la vez el perímetro en el que acotamos las emociones y donde tomamos conciencia de lo que somos y de cuánto necesitamos a los otros.

Ha sido, pues, un fin de semana de pieles, de volver al olor de aquellos que llevábamos sin ver más de tres meses, de recorrer la geografía para llegar a la topografía de los rostros conocidos, los relieves y las arrugas, los surcos antiguos y los nuevos pliegos, las sonrisas y los llantos, combinados en una solución que se disuelve resultando un líquido homogéneo, mezcla de inquietudes, esperanzas y confirmaciones.

Hemos mirado el mar, una vez más. Y ahí estaba, como una piel. "Siempre recomenzado", con el pálpito que se extiende "entre los pinos y las tumbas", con el viento que la riza. "¡Hay que intentar vivir!". Lo decía Valéry.

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