Crisis sanitaria internacional

Histeria en China

El rebrote del covid-19 en el principal mercado de abastos de Pekín supone toda una bofetada al Gobierno

Controles de covid-19 cerca del mercado de Xinfadi, en Pekín.

Controles de covid-19 cerca del mercado de Xinfadi, en Pekín. / periodico

Georgina Higueras

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Pekín, la nueva Roma, la sede no solo del Gobierno sino también de toda la cúpula del Partido Comunista Chino (PCCh), se encuentra amenazada por el coronavirus. En estos largos y duros meses, el funcionariado ha realizado un trabajo ímprobo por impedir que el covid-19 pusiera en riesgo la capital china, pero el siniestro patógeno, cuyo origen sigue siendo desconocido, ha burlado los controles y se ha reproducido en el principal mercado de abastos, Xinfadi. Una auténtica histeria se ha desatado entre los encargados de vigilar la salud de los más de 20 millones de habitantes capitalinos.

Después de haber sacado pecho ante el mundo por el manejo de la pandemia, este rebrote es para el PCCh una bofetada. El partido nunca ha querido verse obligado a cerrar la capital que, como otras muchas ciudades chinas, vivió el bloqueo de Wuhan, cuna del covid-19, en una especie de semienclaustramiento. Pekín quiso escenificar su victoria contra el virus con la celebración entre el 22 y el 26 de mayo de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (el Parlamento chino), que reunió a los más de 3.000 diputados en lo que parecía el inicio de la normalidad política.

Para prevenir la importación de contagios, casi no se habían reanudado los vuelos internacionales a la capital. Los pasajeros llegaban a aeropuertos cercanos donde eran controlados y trasladados a distintos hoteles habilitados para la cuarentena. Desde que en la noche del martes se elevó el estado de emergencia de dos a tres en una escala de cuatro, el 70% de los vuelos interiores han sido cancelados, al igual que muchos autobuses y, aunque los trenes funcionan tanto de entrada como de salida, se recomienda a la población que no los coja si no es estrictamente necesario. Escuelas y universidades han vuelto a cerrarse al alcanzarse los 137 contagiados, dato que quisieran para sí muchos países en los que ya ha comenzado la desescalada.

Dato aterrador

Lo más aterrador para el régimen, empeñado en conseguir una seguridad del cien por cien, han sido las palabras de Gao Fu, director del centro chino para el Control y Prevención de Enfermedades, quien ha señalado que muy probablemente el rebrote se produjo el mes pasado, por lo que puede haber muchos portadores asintomáticos o leves que multiplican la cantidad de virus en el medio ambiente.

Mientras se busca desesperadamente al coronavirus y sus posibles portadores, el Gobierno chino no se ha referido a los 20 soldados indios muertos en un enfrentamiento en una zona fronteriza en disputa, ni a las supuestas bajas chinas a que se ha referido Nueva Delhi. Los medios oficiales revelan solo la conversación telefónica entre los jefes de la diplomacia de las dos potencias nucleares, que mutuamente responsabilizan al contrario del inicio del choque. Wang Yi dijo a su homólogo Subrahmanyam Jaishankar que India no debe menospreciar la decisión china de salvaguardar su soberanía nacional.

Para desestabilizar aún más todo el área indo-pacífica, Corea del Norte escenificó su ruptura con Seúl bombardeando el edificio donde se reunían, en la zona desmilitarizada, las delegaciones de los dos gobiernos. Ojalá aparezca pronto una vacuna contra el covid-19, que también frene los estallidos violentos de los países afectados.

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