Al contrataque

El grano y la paja

Ayuso no puede tratar de ocultar sus errores con discursos estrafalarios o victimistas

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. / periodico

Cristina Pardo

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Es cada vez más difícil, en estos días de confinamiento y desescalada, distinguir el grano de la paja. Muchos de nuestros dirigentes, lejos de encarar con valentía o autocrítica sus actuaciones, prefieren presentarse como víctimas de conspiraciones políticas o mediáticas. Por ejemplo, si Pedro Sánchez recibe reproches por su falta de diálogo, él los convierte en ejemplos de deslealtad de la oposición. Si los técnicos cometen errores, dicen que es “indecente” que la prensa critique a personas sometidas a tanta tensión. Cuando Madrid no pasa de fase en la desescalada, se acusa al Gobierno central de querer empobrecer a la región. O, por citar algún caso más: si se cuestiona la actuación de Díaz Ayuso, ella se presenta como víctima de una campaña de desprestigio.

Me voy a detener en este último caso, porque está muy de actualidad. Es obvio que la presidenta madrileña ha hecho algunas cosas mal. No todas, eso es así. Pero no puede tratar de ocultar sus errores con discursos estrafalarios o victimistas, mezclando el grano y la paja. La oposición no tiene la culpa de que ella organizara una fiesta por el cierre del hospital del Ifema sin que allí se respetara la distancia de seguridad. Tampoco creo que fuera idea de sus rivales el que ella se pusiera a repartir bocatas de calamares. Suyo ha sido el error de confundir la letra 'd' del covid y también de hacerse unas fotos inapropiadas. En definitiva, no todo se puede presentar como una campaña de acoso y derribo. Yo no comparto las críticas a Díaz Ayuso por llorar durante una misa en recuerdo de los muertos por el coronavirus. Tampoco veo ahora mismo que sea su culpa que Madrid no pueda desconfinarse, porque la enfermedad no afectó por igual a todo el país. Pero solo faltaría que no se pueda cuestionar, por ejemplo, su modo de proceder para avanzar en la desescalada. Si dimite la directora general de Salud Pública, Díaz Ayuso dice una cosa por la mañana y otra por la tarde y finalmente se manda una solicitud sin firmar, es una chapuza, no una campaña de desprestigio. Hay que ser serios para generar confianza.