IDEAS

El peligroso aburrimiento

'Dare me', la serie de Netflix sobre un grupo de animadoras, consigue explorar la complejidad de la búsqueda del concepto de la individualidad en un contexto de grupo

Fotograma de la serie 'Dare me', de Netflix

Fotograma de la serie 'Dare me', de Netflix

Mónica Vázquez

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“Hay algo peligroso en el aburrimiento de las adolescentes”. Así comienza 'Dare me', la nueva serie de Netflix que nos cuenta las peripecias de un grupo de animadoras que intentan clasificarse para una competición que podría cambiar sus vidas. Hay algo peligroso en el aburrimiento de aquellos que no tienen todavía conciencia del peso que pueden tomar las consecuencias de sus actos, eso es cierto, y dejando de lado la inocencia de considerar que solo los adolescentes viven en ese barco de inconsciencia, la serie consigue explorar la complejidad de la búsqueda del concepto de la individualidad en un contexto de grupo.

La adolescencia puede ser definida de muchas maneras distintas, pero si una cosa la identifica como única dentro de todas las etapas de la vida de una persona, es el comienzo de la búsqueda del 'yo', ese esquivo concepto que aderezará toda interacción en el futuro que nos fue prometido. Ese momento mágico, trágico, sublime y confuso en el que empiezas a entender que eres un ente independiente de la masa que te dio forma y con la que empezaste a experimentar el mundo. Ese capítulo de tu historia personal en el que tienes que tomar decisiones que tendrás que enfrentar en una nueva soledad. El espejo pasa de ser un mueble más a convertirse en una herramienta con la cual experimentar la fantasía de ser uno. Y debe de ser complicado lidiar con la dualidad del 'yo' y el 'grupo' del que formas parte, de una forma u otra.

Es en las crisis cuando vemos la diferencia entre el individuo y su comunidad, cuando sucede algo que sacude los cimientos del mundo que hemos construido para nosotros mismos. La presión social se puede convertir en una cárcel emocional que nos atrapa en la vorágine del día a día, en el deseo – más o menos inconsciente – de querer encajar dentro del todo. Hay algo peligroso en el aburrimiento de una persona que no sabe quién es todavía, que aún no ha aprendido a discernir los límites de su realidad. Pero lo que no estamos diciendo es que, sabiendo cuándo comienza la adolescencia, no tenemos ni idea de cuándo termina, o si lo hará algún día.

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