IDEAS

Tsunami cultural

Sin pasar a la acción, con contundencia y con imaginación, las vindicaciones de Actua Cultura harán reír, no temblar

Obra 'Ploraners', de 1295, expuesta en el MNAC

Obra 'Ploraners', de 1295, expuesta en el MNAC / periodico

Xavier Bru de Sala

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O tsunami cultural de insoportable protesta o el presupuesto de cultura se queda como está, en la miseria galopante satisfecha de galopar un poco más despacio pero con el mismo objetivo de enterrar la cultura. Ya que el 'procés' no ha aprendido nada de la cultura, la cultura debería aprender tres o cuatro cosas del 'procés'. Primera, que sin cuestionar de verdad el estatus quo aquí no hay nada que se mueva. Segunda, que la defensa, a ultranza, del objetivo del 2% del presupuesto de la Generalitat para la cultura, no conlleva ni riesgos de prisión ni de exilio. Tercera, que la unilateralidad no va a ninguna parte, pero quien tiene la sartén por el mango, en este caso el gobierno de coalición independentista, no se dejará intimidar ni aflojará la mano que aferra el mango si no se siente desbordado. Y cuarta, que sin una buena mesa de negociación bajo los focos, y mejor si es cuestionada por unos y avalada por otros, no se conseguirá nada de nada.

El cuadro comparativo de los euros por habitante que cada país de la Unión dedica a la cultura avergüenza el sur, tanto español como catalán, sin que el drama sea motivo de escándalo público. Como un 2% es un 2%, tanto si es de mil como de diez mil millones, aquí no es de recibo refugiarse bajo el paraguas del déficit fiscal. Pero como tener razón no es razón para que te la den, nosotros-vosotros mismos, gente de la cultura, gente que ama la cultura y gente que cree que no hay manera de defender el futuro de este país (ni de ningún otro), si la cultura es arrinconada.

No se trata de llegar al extremo de arrancar adoquines, de convertirse en héroes que encienden contenedores en la plaza de Urquinaona y ni siquiera de cortar la Meridiana o de amenazar ridículamente con bloquear los túneles de Vallvidrera. Pero tampoco de quedarse acurrucados y a la expectativa tras pedir una entrevista al vicepresidente Aragonés (¿por qué no al 'president' Torra, exeditor y autor?). Sin pasar a la acción, con contundencia y con imaginación, las vindicaciones de Actua Cultura harán reír, no temblar.