Juan Carlos Ortega

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Sinónimos

Nuestras cabezas nos conducen a conclusiones que creemos objetivas, pero revelan ideas preconcebidas.

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Siempre que uno escribe un texto en el ordenador, se ve tentado a utilizar la ayuda de los sinónimos. Como sin duda saben, basta con desplazar el puntero del ratón hasta una palabra, elegir la opción sinónimos, y al instante aparece una lista de palabras emparentadas. Por ejemplo, un sinónimo de 'emparentadas' es 'entroncadas'.

Pues bien, nuestro cerebro debe funcionar, sin que lo sepamos, con una especie de programa automático de búsqueda de sinónimos. En función de qué ramificaciones vayamos haciendo, un concepto nos parecerá una cosa o la contraria. Por ejemplo, pensemos en la política.

Vamos a hacer un experimento. Iremos buscando sinónimos de la palabra 'política', y luego buscaremos sinónimos de esos sinónimos para ver dónde narices acabamos. Por ejemplo, un sinónimo de 'política' es 'estrategia'. Busquemos ahora el de 'estrategia' y encontramos 'astucia'. Seguimos así y aparece 'perfidia', uno de cuyos sinónimos es 'engaño'. Ponemos el puntero del ratón sobre 'engaño', le damos a sinónimos, y encontramos 'trampa'. De ahí vamos a 'timo', luego a 'estafa' y posteriormente a 'robo'.

Como ven, una serie encadenada de sinónimos nos ha llevado de la 'política' hasta el 'robo'. Palabras que tienen entre sí una relación familiar nos conducen a una conclusión que podría ser compartida por muchísimas personas.

Pero en nuestra búsqueda de sinónimos no hemos sido inocentes. Sin saberlo, hemos deslizado poco a poco nuestros prejuicios hasta dar con la horrible palabra 'robo'. Aunque no hemos hecho trampas y cada sinónimo nos ha conducido al siguiente, en realidad hemos caído en un sesgo de opinión.

Para demostrarlo, utilicemos de nuevo la palabra 'política'. Buscamos uno de sus sinónimos y encontramos el término 'habilidad'. Ahora, encontremos un sinónimo de 'habilidad' y nos aparece 'arte'. De 'arte' nos vamos a 'maestría'. De ahí a 'talento', que nos conduce a 'inteligencia'.

¿Lo ven? Desde la 'política' podemos acabar en el 'robo' o en la 'inteligencia'. Si, como creo, nuestros procesos mentales son similares, tenemos siempre la posibilidad de encontrar otra línea, otra rama para salir de un lugar y acabar en otro.

Nuestras cabezas nos conducen, a través de una serie de razonamientos encadenados, a conclusiones que pensamos que son objetivas pero que, en realidad, revelan la idea preconcebida que teníamos.

Enciendan el ordenador y prueben con cualquier palabra. 'Amor', por ejemplo. Desde ahí se puede acabar en la palabra 'virtud' o en la palabra 'dominio', y con muy pocos pasos, dependiendo de por qué ramas del árbol de los sinónimos quieras desplazarte.

Intentemos elegir siempre la rama más optimista, que pesimistas ya hay demasiados, por desgracia.