DEMASIADO CLÁSICO

Cuando Madrid y Barça tapan sus vergüenzas

El gran Valverde y todo el Real Madrid lloró la eliminación de Copa

El gran Valverde y todo el Real Madrid lloró la eliminación de Copa / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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Siempre ha sido un asunto ignorado por el ‘procés’. Siempre me ha llamado la atención que, a lo largo de estos años, nadie se plantease en serio la cuestión. No voy a ser tan idiota, aunque a veces lo parezca, de pensar que su aparición, en pleno debate sobre la conveniencia o no de que Catalunya sea independiente, hubiese cambiado mucho la percepción de algunos millones de catalanes.

Pero lo cierto es que nadie se ha preguntado seriamente ni ha hecho discurso de ello (ya no hablo de arma conquistadora de votos) qué ocurriría con el Barça de llegar, finalmente, la independencia de Catalunya. ¿Qué Liga jugaría el Barça? El otro día le preguntaron a Víctor Font qué ocurriría tras la independencia (de llegar) y el futuro candidato a presidente azulgrana dijo, con contundencia y también con una amplia sonrisa, cómplice y pícara: “Que seguiríamos jugando la Liga, por supuesto ¿qué sería de todos nosotros, también de los de Madrid, también, sin los Barça-Madrid, sin los Madrid-Barça, sin el ‘clásico’?”

Esclavos del negocio

La verdad es que nadie sabe si eso podría ser o no una realidad. Los que defienden esa obviedad recuerdan que el Mónaco juega la Liga francesa. Yo, insisto, como jamás se ha debatido el tema en serio, tal vez, no lo dudo, por miedo a que eso significase poner palos en las ruedas velocísimas del ‘procés’, no lo tengo muy claro, aunque, tal y como está montado este negocio, a nadie le interesaría que no fuese así.

Es evidente y en eso también Víctor Font tiene razón (como en otras muchas cosas), que no tiene sentido alguno imaginar una Liga, perdón, el fútbol español, sin los Barça-Madrid por más que les duela, lo siento (o no), al resto de equipos y aficiones. Su influencia es tan bestia que cuando ocurren cosas como las que acaban de suceder ahora, es decir, que los dos gigantes han sido eliminados de los cuartos de final a la vez, da la sensación de que el mundo se para por más que haya quien quiera ensalzar el nuevo tipo de competición copera, la posibilidad de que ‘los otros’ asciendan a los altares y todos descubran brotes verdes cuando lo que ocurre es que la gente ha dejado de interesarse por las semifinales de Copa ¿quién las juega? ¿cuándo? ¿son a doble partido ¡caray!?

Digámoslo de una vez, Quique Setién puede seguir intentando su proyecto culé porque el partidazo de la Real en el Bernabéu le salvó el puesto y Zinedine Zidane continúa aspirando a un triplete (ya ganó la Supercopa de Arabia Saudí) por aquel autogol de Busquets. Y punto. Unos y otros (y los medios de comunicación de Barcelona y Madrid) han mirado rápidamente hacia otro lado, pero el fracaso de los dos es enorme. Tremendo.