Demagogia extraterrestre

Didier Queloz es un astrofísico suizo que ganó el año pasado el Premio Nobel de Física por sus aportaciones en la búsqueda de planetas fuera del sistema solar. Ha dicho algo esperanzador para todos aquellos a los que nos encantaría encontrar vida inteligente pululando ahí fuera. Según Queloz, tal vez dentro de 50 años podríamos tener la tecnología suficiente como para confirmar que el universo está plagado de otras inteligencias distintas a la nuestra.

Como buen científico que es, no da nada por seguro. El Nobel habla de hechos y cuando maneja hipótesis, lo hace con cautela. Pero no me digan que no es ilusionante lo que ha declarado.

Yo, dentro de 50 años, probablemente estaré muerto, como muchos de ustedes. Pero, afortunadamente, no como todos. Si usted es muy joven, tal vez podrá asistir a ese momento indescriptible en el que sepamos que no estamos solos en un universo vacío de vida.

Me imagino todo lo que puede pasar, y la verdad es que puede ser tremendamente divertido. Imaginen que vienen a la Tierra de buen rollo y quieren quedarse. ¿Les daríamos la nacionalidad si llegan a España? Si algunos se quedan y se hacen ciudadanos de nuestro país, ¿podrían votar? En buena lógica, deberían hacerlo, porque las decisiones que tome el gobierno elegido les afectarían también a ellos.

Unos seres cuya tecnología está
más evolucionada
que la nuestra
deben tener
cerebros a prueba
de populismo

¿A quién votarían? ¿Se los imagina usted de derechas o de izquierdas? Sea como sea, hay algo que resulta evidente: no se dejarían engañar por la demagogia. Unos seres que han atravesado años luz y cuya tecnología está infinitamente más evolucionada que la nuestra deben tener unos cerebros a prueba de demagogia. Los populismos no serían su preferencia a la hora de votar.

Por tanto, podemos deducir fácilmente que esos partidos (si es que continúan existiendo dentro de medio siglo) no verían con buenos ojos la presencia de seres en nuestro país. Lucharían por no darles la nacionalidad para que, de esta forma, no pudieran ejercer su derecho al voto.

En cambio, los partidos más racionales batallarían por ellos. En sus programas electorales la ciencia estaría más presente que cualquier otra cosa. 

Pasado un tiempo, la política cambiaría. Se convertiría en más lógica, menos sentimental, y la demagogia terminaría desapareciendo para siempre.

La lógica extraterrestre sería, casi con toda seguridad, igual a la lógica humana, porque ambas estarían basadas en el método científico. Ellos y nosotros tendríamos sentimientos diferentes, impulsos radicalmente distintos, pero nuestro método para alcanzar la verdad muy probablemente sería el mismo.

Transcurriría más tiempo y los políticos estúpidos que ahora se pelean entre sí para ejercer el poder, irían desapareciendo por selección natural. En su lugar, tendríamos por fin una clase dirigente racional.

Bueno, esa es solo una posibilidad, pero como este es mi primer artículo del año, quiero obligarme a pensar así.

Lo más maravilloso de encontrar vida inteligente en el universo es que, por necesidad de adaptación, llegarían los políticos inteligentes. Pienso así porque me niego a creer en la demagogia extraterrestre.

Si usted es joven, oblíguese también a pensar así. Aunque solo sea durante el día de hoy, para tener al menos un pensamiento positivo que le ayude a continuar con su día.