Fútbol y nazis

El entrenador italiano Paolo Di Canio saluda a la afición de la Lazio durante su etapa como jugador.

El entrenador italiano Paolo Di Canio saluda a la afición de la Lazio durante su etapa como jugador. / periodico

Josep Maria Fonalleras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los radicales de la Lazio son declaradamente fascistas. Celebraron el saludo romano de Di Canio e insultaron la memoria de Anna Frank. Se pasean por el mundo haciendo alarde de esta miseria moral. Lo hicieron hace unos meses por las calles de Glasglow. Jugaban contra el Celtic. La afición escocesa les respondió con una rotundidad macabra, pero ciertamente histórica. Exhibieron una pancarta donde se veía a Mussolini boca abajo, la foto de Piazzale Loreto, con un lema que decía: "Follow your leader".

En Alemania, el Sankt Pauli es un club que, en los estatutos, se declara antifascista, porque se refundó como tal ante la avalancha de nazis que se había apoderado del Hamburgo. Los Bukaneros del Rayo también lo son, como los seguidores del Livorno, por ejemplo: radicales de izquierda. El deporte es política, digan lo que digan. Y también lo es que la primera vez que en España se suspende un partido de este nivel sea precisamente por decir la verdad, como es notorio, porque los antecedentes de Zozulya son nazis, con banderas nazis y líderes y enseñas de grupos nazis. Vale todo (racismo, homofobia, elogio de la violencia), pero pobre de ti si tachas a un nazi de nazi. Eso sí que no.