'The Crown'
Hacer país
Mikel Lejarza
Doctor en comunicación audiovisual
Mikel Lejarza
Actualmente circula la cifra de un millar para definir el número de series que se producen anualmente en todo el mundo. Una manera no exacta, orientativa, que en definitiva define que "son muchas". Entre tanta oferta, hay para todos los gustos, y cada cual tiene sus razones para tener sus favoritas, pero destacar entre tanta propuesta, ser la mejor en algo, es más complicado.
En su tercera temporada, 'The crown' vuelve a ser una serie sobresaliente'The crown' en todo, que sin embargo pocos elegirían como su favorita, porque quienes tienen a 'Breaking bad' como la cima de la ficción televisiva la consideran "clásica", mientras que a los jóvenes que adoran 'Élite' les parece una historia aculebronada para adultos. Así es difícil calificarla como algo más que un producto de una calidad de producción impecable, y no pasa de ser otro ejemplo de que cine y televisión están ya al mismo nivel. Pero 'The crown' tiene algo en lo que destaca sobremanera por encima de cualquier otra serie: Es el ejercicio más brillante de propaganda y la serie más inteligente de la actualidad. Porque 'The crown' trata de una de las familias más antipáticas del mundo, los Windsor; de una institución controvertida como la monarquía y de la historia de una isla en la que no para de llover. Y sin embargo, tras ver cualquiera de sus tres temporadas, terminas considerando a los Windsor como entrañables; a la monarquía, como piedra angular de la estabilidad de un país; y sobre todo conociendo la historia del Reino Unido como si fuera la de todos nosotros.
Es decir, la ves; te diviertes como si fuera 'Sucession' pero sobre hechos reales, por lo que recuerdas; quedas maravillado con la luz y la belleza de los paisajes y los edificios de un país que por arte de magia tiene clima mediterráneo; el insoportable príncipe Felipe, esposo de la reina Isabelreina Isabel, se vuelve un ser juicioso, sensible a la crisis de la mediana edad y necesitado de trascender; a su hijo, el elitista príncipe heredero Carlos, le coges cariño por lo mal que sus progenitores le tratan; la diletante princesa Margarita se convierte en una heroína romántica siempre en busca del amor, y por último, la Reina aparece como el elemento imprescindible para mantener a su familia y a su país en pie incluso en las peores circunstancias. "Estamos para tapar las grietas", definen a su tarea en uno de los episodios.
Pero el caso es que la inteligencia del creador de la serie, Peter Morgan, con sus guiones logra que nada parezca exagerado, ni falsamente laudatorio, ni siquiera parcial, sino creíble y amable. Añádanse las excelentes interpretaciones de un elenco de actores encabezado por la oscarizada Olivia ColmanOlivia Colman y el resultado es una magistral clase de Historia y espíritu nacional británico envuelto en entretenimiento de primer orden, que consigue eso que conocemos como 'hacer país'. Ese es el principal logro de la serie, y la verdad, produce envidia visto desde una sociedad que, como la nuestra, tanto discute sobre identidades, pero que vive en lo audiovisual de espaldas a su pasado, cuando este es no solo tan interesante como el que más, sino el que nos explica lo que somos hoy en día.
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Adiós a los párpados caídos con este sencillo truco a base de aceite de oliva
- Encuesta elecciones Catalunya: El PSC roza la victoria y Junts refuerza su ventaja sobre ERC
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Muere Carola Miró, la esposa del expresidente de la Generalitat Quim Torra
- 30 frases e imágenes para felicitar el Día de la Madre 2023
- Aviso amarillo por lluvias y tormentas en ocho comarcas de Catalunya este lunes
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona