Debuts que tienen sentido

Qué es un buen debut. Hace unos días, una amiga me acusó (con cariño) de ser demasiado dura con una ópera prima. Y me preguntó qué tenía que tener una primera película para que me gustara. No supe bien qué responderle. Anoche me puse 'Atlantique' (2019) y, nada más acabarla, le envié un whatsapp con el póster y este mensaje (un poco repelente): esto es para mí una buena ópera prima.

'Atlantique', ópera prima de Mati Diop, es fascinante y febril en su cruce de lo real y lo fantástico, está llena de ganas de ir por libre

O no me he enterado o la han estrenado sigilosamente, pero me la encontré ayer en Netflix cuando todo apuntaba a otra velada perdida en una interfaz y yéndome a dormir sin ver nada. Es inquietante que una de las películas sobre las que más se ha escrito este año, Gran Premio del Jurado en el festival de Cannes, se arroje así a las inmensidades de un catálogo. Pero ese es otro tema. El caso es que pensé que el primer largo de Mati Diop, cineasta francesa de origen senegalés, se parecía mucho a mi idea de una buena primera película. Quizá no sea perfecta, pero rompe por completo con el gran mal de muchas óperas primas: la tendencia al simulacro, a replicar modelos reconocibles aunque se haga con oficio (o maestría).

Entiendo que la apuesta por lo convencional muchas veces, demasiadas, tiene que ver con las circunstancias, que si se trata de elegir entre rodar y no hacerlo por salirse de la hoja de ruta muchos debutantes opten por lo primero. Es lógico y comprensible. Pero cuando das con una película como 'Atlantique' es difícil no desear que se rompa esa inercia (aun sin la garantía de que a la larga salga bien) y soñar con que aquí se produzcan cosas parecidas. Da igual si algunas de sus propuestas quedan en esbozos, la película de Mati Diop, fascinante y febril en su cruce de lo real y lo fantástico, está llena de ganas de ir por libre, de ideas, de decisiones extrañas. Lleva dentro el ensayo y error, la posibilidad de equivocarse en el trayecto y dejar que las debilidades respiren para ver qué pasa (algo más estimulante que los aciertos estudiados). Y, sobre todo, sin tener detalles sobre su producción, la siento más conectada a su autora y a la realidad que refleja que a los dilemas sobre si tiene sentido hacer una película así.