Dos miradas

Multicondecoración

Asociaciones de guardias civiles se quejan de no haber recibido ni una medalla por el 1-O. Pocas cosas se pueden arreglar si la mentalidad es esa

Actuación de la Guardia Civil en un colegio electoral del 1-O en Sarrià de Ter.

Actuación de la Guardia Civil en un colegio electoral del 1-O en Sarrià de Ter. / periodico

Josep Maria Fonalleras

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Uno de los episodios más tristes del otoño de 2017 fue el famoso grito de guerra con el que muchas unidades policiales encararon un trabajo que no era, en teoría, sino uno más de las que tienen encomendadas como fuerzas del orden. El "a por ellos", exaltado e iracundo, que también pronunció con otras palabras el Rey, significaba un posicionamiento que excedía los límites de la profesionalidad y se colocaba en el orden de la heroicidad bélica contra el enemigo.

Varias asociaciones de guardias civiles siguen en la misma línea. Se han quejado de que solo han recibido, en el mejor de los casos, una felicitación oficial. Ninguna medalla al mérito policial. Nada. Ninguna anotación en la hoja de servicios. Ninguna promoción profesional, ningún ascenso en perspectiva. Se han quejado, porque "impidieron la secesión de Catalunya" y han enviado cartas a Rafa Nadal o a Marc Gasol para que imaginen lo que sería, en premio a la victoria, acceder a dos entradas para Roland Garros o a una gorra de los Raptors. Cuando lo que tocaría es recibir una multicondecoración en homenaje a los que fueron a la batalla y volvieron triunfantes. Pocas cosas se pueden arreglar si la mentalidad es esa, francamente.