Ideas

Palabra de Tolkien

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Mónica Vázquez

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Si alguna vez te has preguntado de dónde sale la inspiración para algo tan complejo como La Tierra Media, 'Tolkien' te está esperando. La película, que recorre la vida del autor desde la infancia hasta el momento en el que empieza a escribir 'El Hobbit', se balancea entre diferentes ritmos narrativos, pero la canción es siempre la misma: somos las historias que compartimos, que sentimos propias. Y, por eso mismo, son las historias las que dan forma y sentido al mundo.

La ficción es una representación de la realidad que trasciende el contexto. Nos libera de las normas de conducta social; nos permite perdernos en la belleza de la decadencia humana con total impunidad y volver al orden establecido sin mancharnos. Nos permite revolcarnos en nuestras miserias y salir indemnes y, si tenemos suerte, volver a casa con alguna lección aprendida.

La ficción es una representación de la realidad que trasciende el contexto

Tolkien creó la Tierra Media bebiendo de lo mejor y lo peor de su propia experiencia; es un poema sobre lo más puro y lo más vil de la condición humana. Quiso construir un mundo más honesto, más noble, y sabía que ese mundo, tan distinto al nuestro, necesitaba lenguas nuevas. Los idiomas nos ayudan a articular la realidad, a dibujarnos dentro de ella, y Tolkien inventó los muchos idiomas de la Tierra Media para elevar a la humanidad más allá de su circunstancia.

Los idiomas dieron forma al mundo. El espíritu inspiró la necesidad de un cuerpo y así nace la Tierra Media: de la necesidad de idiomas inventados de contar historias. Porque las palabras son más que un conjunto de sonidos aleatorios: son las emociones e ideas que nos evocan cuando las utilizamos. Tolkien, estudioso de las lenguas, sabía que idioma y alma van de la mano. Sabía que las historias hacen al hombre y que, por eso mismo, vives el idioma que hablas. El sedimento de toda una cultura, sus leyendas, su espíritu, queda prendido de cada palabra que usas. Eres las historias que sientes tuyas y compartes con los demás.

Eres hija y madre, cosecha y cosechador. Heredarás la humanidad. Así que ahora dime: ¿qué historia vas a contar?