Análisis
El PSOE gana de largo pero se queda corto
Pedro Sánchez ya puede empezar a negociar su próxima investidura y las alianzas para su nuevo Gobierno sin ser rehén de un necesitado Pablo Iglesias
Noches electorales como esta son de las que hacen afición. Hasta el último minuto pendientes de unos resultados, que en muchos casos dependían solo de un puñado de votos. El escrutinio ha sido no apto para cardiacos, en especial en Madrid, y solo recomendable a los noctámbulos. Así en general, el PSOE han ganado en las municipales, autonómicas y europeas,pero nos hemos ido a la cama con algunas incógnitas importantes, porque en estas elecciones, además de saber quién gana, hay que esperar para ver quién gobierna, y más con un mapa político tan fragmentado. Los plenos de constitución de los ayuntamientos serán el sábado 13 de junio. Se hace en una sola votación y si nadie logra mayoría absoluta, se proclama alcalde al candidato más votado. Así que nos esperan dos semanas de negociaciones de infarto y leer mucha letra pequeña.
Estas elecciones han cerrado un ciclo electoral y el nuevo reparto del poder político durará al menos una legislatura completa.
Pedro Sánchez ha tenido otra buena noche, la segunda en menos de un mes. Ha consolidado con nota los resultados de las generales, ha recuperado el pulso en Catalunya, donde se han convertido en la segunda fuerza política, y en Europa se ha convertido en el gran líder de la socialdemocracia europea, con 20 eurodiputados y la legitima ambición de recuperar para España algunos puestos claves en las instituciones europeas. Cómo ha dicho el propio Sánchez, el PSOE se ha convertido en la primera fuerza política en España “de largo”.
Con estos resultados, Pedro Sánchez ya puede empezar a negociar su próxima investidura y las alianzas para su nuevo Gobierno. Pedro Sánchez ya puede empezar a negociar su próxima investidura y las alianzas para su nuevo GobiernoLas elecciones han colocado al PSOE en el papel central de la política española, con el poder seductor que confiere la Moncloa y exhibiendo la suficiente prudencia como aceptar cualquier interlocución, sin convertirse en rehén de un necesitado Pablo Iglesias que no ha podido cumplir su principal objetivo que era aguantar el tipo para exigirle a Sánchez su entrada en el Gobierno y algunos ministerios. El gran perdedor ha sido Podemos y Madrid el escenario de su derrota. La pelea de Pablo Iglesias con Manuela Carmena, que ha dividido el voto de Podemos entre Más Madrid y un irrelevante Madrid en Pie, y la mala relación con Iñigo Errejón, la mala relación con Iñigo Errejón, son la clave de que la izquierda haya perdido la oportunidad de lograr gobernar en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.
Decía en campaña, Ángel Gabilondo que era “ahora o nunca” y nunca es mucho decir, pero sin duda es difícil que la izquierda vuelva a enfrentarse a candidatos tan flojos como los elegidos por Casado en estas elecciones. Un desconocido Martínez Almeida y una pintoresca Díaz Ayuso, que se ha hecho famosa por sus ocurrencias, pueden salvar la cara a Pablo Casado, aunque los pactos post electorales entre el PP y Cs pueden dar alguna sorpresa si se intercambian cromos entre el Ayuntamiento y la Comunidad y logra Begoña Villacís ser la nueva alcaldesa madrileña. Habrá que verlo.
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