Dos miradas

Justicia poética

El triunfo del Uni Girona en la Liga femenina de básquet es el de la perseverancia desde la discreción, lejos de los fastos y de las grandes inversiones

Las jugadoras del Spar City Lift Girona celebran el título de Liga.

Las jugadoras del Spar City Lift Girona celebran el título de Liga. / periodico

Josep Maria Fonalleras

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Hay momentos en que el deporte transmite algo más que la satisfacción primaria del instante ganador. Hay momentos, como ocurrió el domingo por la noche, en que el deporte es el escenario de lo que podríamos llamar justicia poética, es decir la justicia que va más allá de las lícitas reclamaciones (desatendidas) y que se imparte como una especie de bienaventuranza que es la consecuencia de una elevación moral que reclama el establecimiento de un orden donde aquellos que lo merecen cantan al final victoria. Hablo de baloncesto femenino y hablo del Uni Girona, el equipo que se acaba de proclamar campeón de la Liga española. Ahora recuerdo 'quines de Nadal' que se organizaban para recaudar dinero para un club humilde y que eran el presidente y la entrenadora quienes repartían los boletos, porque todo era una familia que dignificaba el deporte femenino. Aquí radica el éxito de un triunfo como este: en la perseverancia desde la discreción, lejos de los fastos y de las grandes inversiones.

En la final, destacó sobre todo Laia Palau, constante y clarividente, y a la que el deporte, cuando ya casi estaba de vuelta tras una carrera de triunfos y medallas, le ha reportado una alegría mayúscula. Con su característico 'no looking pass' (pasar sin mirar), es un ejemplo de inteligencia dentro y fuera de la pista: "Yo juego al baloncesto como si no hubiera canasta", ha dicho. Distribuye, pasa y dirige. Hace que las otras jueguen. No hay mejor definición del deporte como placer.

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