EL CIERRE

El factor Crystal Palace

Guardiola sorprendió con el once que alineó ante el Tottenham, pero las peculiaridades de su próximo partido en la Premier pudieron condicionarlo

Guardiola observa el juego durante el Tottenham-Manchester City de la Champions.

Guardiola observa el juego durante el Tottenham-Manchester City de la Champions. / periodico

Axel Torres

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Europa te juzgará por la Champions, pero Inglaterra lo hará por todo. Eso debió de pensar Pep Guardiola el martes cuando sorprendió con una alineación que ha sido muy criticada tras su derrota por 1-0 en el nuevo campo del Tottenham. Dejó fuera de la convocatoria a los dos futbolistas que llegaban con pequeñas molestias al choque –Bernardo Silva y Mendy- y en el banquillo a dos de sus hombres más explosivos –De Bruyne y Sané-, a los que pareció reservar para el partido más corto de la semana. Consciente de que la eliminatoria frente a los spurs se jugaba a 180 minutos, eligió el control para lo que consideró una simple primera parte y se guardó el desequilibrio para el choque del domingo en Selhurst Park ante el Crystal Palace.

¿Tiene sentido priorizar la Premier por encima de la Champions? En realidad, no se trata de dar más importancia a una que a otra, sino de establecer una estrategia. Tras el precedente de Anfield de la temporada pasada, la obsesión parecía ser llegar a la vuelta sin un estropicio, evitando que se repitiera su gran condena de entonces en Liverpool: las pérdidas en la salida de balón.

Con Gündogan más cercano a Fernandinho, creyó que sortearía la presión del Tottenham. Le funcionó a medias: aunque es verdad que no concedió tantos contragolpes, el alemán no dio el paso al frente que requería el partido al estar el brasileño tan tapado por Alli y Kane. Y cuando en cada rueda de prensa Guardiola tiene que contestar a la pregunta de si se ve capaz de ganar los cinco títulos, quizá no se le pueda reprochar después que intente exactamente eso mismo que se le pide: pensar en llevárselo todo y no sólo una cosa.

Además, el del domingo en Selhurst Park no es un partido cualquiera. El Crystal Palace le ganó al Manchester City en el encuentro de ida (2-3) y fue capaz de sacarle un empate a cero la pasada temporada en el mismo escenario del choque de este fin de semana –cuando los de Guardiola arrasaban y lo ganaban prácticamente todo-.

Uno de los equipos más físicos

Es el de Roy Hodgson uno de los equipos más físicos de la Premier, con un contragolpe poderosísimo liderado por la efervescencia y la potencia de Zaha, Schlupp y Batshuayi. Puros atletas que te destrozan al espacio, el tipo de rival al que más teme Guardiola. Que Sané y De Bruyne ingresaran en el nuevo White Hart Lane en el minuto 88 elevó la sospecha: necesita tener fresca a su gente más determinante, a aquellos que pueden marcar diferencias en acciones individuales ante adversarios que buscan el atasco. Y quizá tras la derrota en Londres los necesite para dos partidos seguidos de máxima intensidad en cuatro días.

El Liverpool, que le aventaja en dos puntos y ha jugado un partido más, recibe el domingo al Chelsea en su casa. Después de ese duelo, cerrará la Premier con cuatro duelos que parecen muy ganables: Cardiff y Newcastle fuera y Huddersfield y Wolverhampton en casa. Tiene elementos Guardiola para pensar que los de Klopp se pueden ir a los 97 puntos, obligándoles a ellos a vencer los seis partidos que quedan. De ahí que quizá apreciara más margen de error en 180 minutos ante el Tottenham que en 90 en el complicado campo del Crystal Palace.