Una historia de fantasmas

Cada uno es como es, a unos les gustan las historias de fantasmas, a otros las historias de extraterrestres, y a mí me interesan las historias corales. Esas en las que hay más o menos un protagonista, más o menos rodeado de sus amigos. Y después pasa algo terrible, y el tiempo pasa, y años después se reencuentran y nadie es como era antes.

En estos días que todo el mundo habla del dolor y de la gloria, para huir de la nostalgia impuesta he vuelto a escuchar el 'podcast' de Bret Easton Ellis. El escritor de 'Menos que cero', 'American psycho' y su menos apreciada -pero joya escondida- 'Las leyes de la atracción', ha devenido gracias a su 'podcast' en un simpático señor cascarrabias que critica y admira la cultura pop a la que se ve sometido a partes iguales. En este episodio se queja del consumo incesante de series de Netflix, ese bufé libre hecho solo con un sabor.

Bret Easton Ellis, Donna Tartt y Jonathan Lethem compartieron fechorías y confidencias, fueron muy amigos y dejaron de serlo

Después llega la parte de la entrevista, en esta ocasión a la periodista Lili Anolik, que, oh casualidad, acaba de escribir un enorme artículo sobre la juventud de Easton Ellis y sus compañeros de clase en el 'college' más pijo de los 80, Bennington. El perfil cuenta la relación de amistad entre Easton Ellis y los escritores Donna Tartt y Jonathan Lethem. Inmediatamente, mis orejas se alzan, alertas, como un sabueso.

Lethem, Tartt y Easton Ellis compartieron fechorías y confidencias, fueron muy amigos, y dejaron de serlo, como también cuenta Lethem en su ensayo 'Bret, Donna and some others' y Tartt en la novela 'El secreto', que narra las peripecias de un grupo de estudiantes de griego. El siempre sarcástico Easton Ellis minimiza su relación durante la emisión del 'podcast' como una amistad juvenil, pero las pistas están ahí. En el 2012 había dicho: "Donna Tartt me acaba de recordar con mucha dulzura por mail que nos conocimos hace 30 años".

La mejor novela de Easton Ellis trata sobre esa época. Sospechosamente, en ella hay un par de alumnos de griego, escritores ambos. Como dice Lethem, "todo escritor de novela negra sabe que si quieres esconder una pista, lo mejor es hacerla muy visible al principio de todo".

Así compruebo, una vez más, que toda historia grupal puede ser también una historia de fantasmas.