¿Un país de funcionarios o un país de emprendedores?

Hace pocos días en un evento de First Tuesday que moderé en Madrid tuve de ponente a Ramón Blanco, consejero delegado de BeWater. Lo que más me llamó la atención fue su pasado como estudiante de MBA en Hardvard, ya hace más de 20 años, donde nos dijo que la frase más repetida durante esos dos años por parte de sus profesores fué: «Si no emprendes, eres un pringado».

Eso podemos compararlo con la realidad que hemos tenido en España durante las últimas décadas, donde la sociedad y la educación ha motivado principalmente a los jovenes a aspirar a ser un funcionario o querer trabajar para una gran corporación (tipo La Caixa o Telefónica, sin querer ofender a nadie). Desde pequeños en casa muchas familias y muchos profesores en el colegio nos han querido dirigir hacia la figura del funcionario y la gran empresa.

Cuando me preguntan qué hace falta para poder tener algo tan potente en Barcelona, España o Europa como Silicon Valley, siempre respondo que hay dos factores muy importantes donde estamos a mucha distancia de los americanos. Por un lado la cultura del capital riesgo, de más de 50 años de antigüedad en estados Unidos, 20 en Reino Unido o poco más de 10 años en España. Y por otro lado, la ambición de las personas en querer ser emprendedores de éxito. Socialmente venimos de una cultura de crítica al empresario, cosa que aún desde determinadas administraciones sigue realizándose hoy en día. Pero progresivamente cada vez más vemos jóvenes que aspiran a ser emprendedores, aunque por desgracia aún son pocos.

En paralelo desde los distintos estamentos, tanto públicos como privados, debemos realizar acciones para dignificar la figura del emprendedor. Y eso que algunas administraciones lo tienen claro hay otras administraciones, más locales, que no paran de hacer recortes y poner trabas a la cultura del emprendimiento y la innovación. Todos debemos ayudar a que se puedan crear los ecosistemas necesarios para poder tener éxito en la creación de negocios; eso ayudará a generar más empleo. Pero no debemos olvidar que no todo el mundo está preparado para ser emprendedor, ni en todas las zonas geográficas se dan las circunstancias oportunas para tener éxito en la aventura de crear una empres.

Además, no olvidemos que la edad media del emprendedor de éxito en España supera los 40 años y en EEUU está por encima de los 45 años. Los inversores priorizan claramente las start-ups de  second time entrepreneurs y emprendedores con experiencia previa que las start-ups fundadas por jóvenes. Emprender no es algo que hay que hacer al quedarse sin trabajo, hay que escoger claramente cual es el momento ideal personal para lanzar tu negocio.

Eso sí, emprender es una actitud, y debemos transmitir el espíritu emprendedor a los hijos y a los jóvenes. Eso se hace tanto desde la escuela como desde la familia, y hay muchos métodos y formas de hacerlo. Da igual cuál aplicar, pero debemos hacer algo para motivar a los jóvenes de que es bueno emprender, sin olvidar que primero hay que aprender.