Si fuera un español...

No he encontrado ningún vídeo de ninguna democracia "abierta y desarrollada" del mundo, de ningún "país libre", que promueva el país diciendo que, efectivamente, es una "democracia abierta y desarrollada" y, mucho menos, diciendo que se trata de "un país libre". Ni siquiera se me ocurre que los alemanes o los franceses lo puedan llegar a imaginar. Como mucho, he visto campañas de promoción de quesos o rutas por la Selva Negra.

Vergüenza extrema

Pero, estos que digo, no tienen la necesidad de demostrar que son lo que son. Ya se sabe. Si yo fuera un español convencido de estas cosas, pues, si yo fuera un español consciente de pertenecer a una "democracia plena", me daría una vergüenza extrema convencer al mundo de que, efectivamente, vivo en una plena democracia. Por la simple razón de que este tipo de argumentación es innecesaria. O impertinente. En el primer caso, porque debería ser implícita, conocida, sin tener que defenderla. En el segundo caso, porque es redundante y excesiva, inútil y pomposa, y porque, al serlo, justamente va a la contra de lo que se defiende, no se adecua a la finalidad que persigue.

Isabel Coixet, en la campaña 'This is the real Spain' dice que no hay nada tan valioso como la verdad. No puedo estar más de acuerdo. La verdad es, por ejemplo, que Irene Lozano, responsable de España Global, dijo que los presos son "líderes que han cometido delitos". La verdad es que, en un país libre, esto no lo decide la señora Irene Lozano.