¿Por qué ese desprecio a Valverde?

Y se oyó, resonó en los oídos de todo el estadio, “a Valverde le da igual el futuro”. Lo dijo el locutor escogido para sustituir al locutor de toda la vida, al más querido, al más valorado, al más apreciado, al prestigioso ‘doctor’ y filólogo. Y lo dijo con aire displicente. Quién sabe, tal vez el hombre, el experto, el seguidor con micrófono quería, “como hubiese hecho”, cómo no, Pep Guardiola, colocado a más de la mitad del filial y, ¡claro que sí!, a Riqui Puig.

Lo cierto es que si alguien piensa en el futuro, ése es Ernesto Valverde. Y no solo en el futuro del Barça, también en el suyo personal. Pero, claro, todos llevamos un entrenador dentro y más el hombre que ha heredado el micrófono más caliente, más oído, de la radio deportiva, perdón, culé, de Catalunya.

Pero, mira por donde, ha sido con el ‘Txingurri’ en el banquillo, que puede que empiece a estar ya bastante hartito de todas esas insinuaciones y palabrería (yo lo estaría, desde luego), cuando el Barça ha igualado un récord histórico, una marca que data de abril del 2002 y que estaba (está aún, ahora compartida con los culés) en poder del mismísimo, del inmenso Bayern de Munich: 29 partidos seguidos sin perder en casa. El Barça, desde mayo del 2013 a hoy, lleva 26 victorias y tres empates.

Sin riesgo alguno

El Barça, que no se jugaba nada, hizo un partido serio, no demasiado vistoso (no tenía por qué), con una mezcla de jóvenes (no estuvo Miranda demasiado acertado), futbolistas de segunda línea, estrellas que salían de lesiones buscando minutos (Arthur y Coutinho), dos centrales zurdos (¡tele marinera!), un enorme portero ¡tremendo!, Cillessen, a la altura de Ter Stegen, y, cómo no, gotitas de grandes cracks como Rakitic, Busquets, Messi y…..¡Dembélé!

Sí, sí, Dembéle, porque ese entrenador que no piensa en el futuro, “que le da igual”, decidió que el dormilón francés se sometiese al juicio del Camp Nou. Nada de descanso, te pongo de titular, ya puedes hacerlo bien, ya puedes estar despierto porque, de lo contrario, quien te va a juzgar, quien te multará será el dueño del club, el socio.

Y Dembélé, el chico que parece tener más futuro que Valverde, metió un golazo que si lo firma Messi aún estamos llorando. De felicidad.