La lección

Hay conferencias aburridas o dinámicas. Conferencias interesantes o despreciables. Conferencias que permanecerán en la memoria y conferencias que olvidaremos justo cuando salgamos de la sala donde se da la conferencia. Y, después, hay conferencias bailables, que es una variante de las charlas sobre un tema con la particularidad que las ilustraciones no se exponen en un 'power-point' sino que se enseñan a través del cuerpo de quien da la conferencia. No son muy habituales, es cierto, pero hace unos días, en el Teatre de Salt, la bailarina Cristiana Morganti hizo una: 'Moving with Pina'. Es una mezcla extraña -sorprendente, seductora, magnética- entre la devoción de la discípula hacia Pina Bausch y la necesidad de enseñar cuál era su poética. De transmitir su legado, en el Tanztheater Wuppertal, a base de diseccionar los movimientos ('Moverse con Pina') que la maestra dibujaba.

Solo un ejemplo. Antes de comenzar un ensayo, los bailarines debían colocarse, a oscuras, en sus puestos. Caminaban a tientas. El espectáculo aún no había comenzado. Pina interrumpe el ensayo. Los pasos que había escuchado le transmitían la idea que los bailarines no estaban en situación. Les aleccionaba porque el preámbulo era deficiente. El rigor estricto de la creación, la precisión en el movimiento, son las reglas que permiten transmitir la emoción. El arte no existe si no hay control. Esta es la lección fundamental.