ANÁLISIS

Lecciones del Camp Nou para mister Zhang

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Iosu de la Torre

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Steven Zhang será ungido este viernes como nuevo presidente del Inter de Milán. Tiene 27 años, se ha formado en la Warthon School y en la Universidad de Oxford y dispone de una gran fortuna como primogénito del multimillonario Zhang Jindong, accionista mayoritario del club lombardo. El joven ejecutivo compartió palco con Josep Maria Bartomeu con la mirada fija casi siempre en su amigo Mauro Icardi, el capitán del Inter con pasado azulgrana que prefiere no recordar. El incordio de este argentino sobre la puerta de Ter Stegen (siempre inmenso) quizá hizo emitir algún uy, uy, uy a Bartomeu, con las dioptrías puestas en los once elegidos por Valverde para dar un paso colectivo al frente en ausencia del insustituible Messi.

El capitán del Barça pudo saborear, con el brazo en cabestrillo y gorra de béisbol, sentado muy cerca del banquillo con uno de sus hijos, del fútbol colectivo que desplegaron sus compañeros. La tele nos aproximó la alegría de Messi celebrando los goles de Rafinha y Alba o las ocasiones de Suárez Coutinho.

El fútbol sin Messi sobrevivió el sábado ante el Sevilla y lo repitió anoche con idéntico ahínco, pero menos goles. Valverde invocó la víspera, con acierto, al espíritu de la fuerza ("el equipo unido jamás será vencido") para que entre todos asumieran la difícil ausencia del líder. Y lo cumplieron. Con especial entrega, Jordi Alba, Luis Suárez, el amigo del jefe, al que quiso emular en algún regate al galope y con el lanzamiento de una falta por debajo de la barrera. Al uruguayo le secundó un fantástico Arthur y, en algunas rachas, Rafinha, el elegido por Valverde para suplir a Messi, aunque quien más se acercó al juego del argentino fue Jordi Alba, tan previsible como imparable en sus asaltos desde la defensa.

La elección parece condenar Dembélé a no sé qué limbo. Difícil se vislumbra el futuro del francés con la suplencia de anoche y el sabor amargo que dejó en el vestuario con aquel gesto zángano para saltar al campo que desesperó a Valverde cuando se rompió el capitán con el Sevilla. Rafinha antes que Dembélé y antes que Malcom, el brasileño de los 40 millones, castigado cada partido y al que cada vez se parece más a Carlton, el primo bobalicón del príncipe de Bel-Air.

Steven Zhang, quizá, se haya inspirado en el Camp Nou para el proyecto que persigue: recuperar para el Inter la gloria que tuvo hace unos años con el presidente Moratti. La web del club agitaba ayer, antes del partido, aquellos laureles de campeón con imágenes de José Mourinho celebrando la eliminación del Barça en el Camp Nou que les condujo a la conquista de la Champions en el Bernabéu con goles de Milito. Hoy, el argentino de moda en Milán es Icardi, la figura sobre la que Zhang construye el proyecto. Seguramente no necesita lucir relojes de dos millones de euros como los de Cristiano Ronaldo para llamar la atención ni medir los tiempos de su misión imposible. Además, Icardi, enorme futbolista, jamás será Messi.

PD: No hizo falta que Hristo Stoichkov saltase al césped en ausencia de Messi.