Ratas en las calles de BCN

Barcelona está sufriendo este mes de agosto una presencia muy visible de ratas comunes en algunos puntos de la ciudad, como denuncian a este diario vecinos y visitantes de la capital catalana. La llegada del verano y el aumento de residuos han actuado como los factores que han desencadenado el indeseable fenómeno. Y no se trata de las impactantes imágenes de decenas de ratas flotando en las playas tras las tormentas de mediados de mes. El uso del espacio público propio del verano, con el consiguiente incremento de las basuras, ha hecho que en este agosto se hayan repetido las escenas del pasado año cuando las ratas fueron muy evidentes, y no solo en los puntos más cercanos al litoral.

El Ayuntamiento, mientras, mantiene la posición de que las intervenciones de sus operarios no han aumentado porque tampoco lo han hecho las quejas de los vecinos. Pero la realidad parece dictar lo contrario y hubiera resultado muy conveniente doblar los recursos como el pasado año, en lugar de mantener los habituales, con 10 trabajadores en cinco equipos de dos técnicos. Lo que fue excepcional debería convertirse ya en normal. Porque el control de la población de estos pequeños mamíferos es, por encima de todo, una cuestión de salud pública para frenar la transmisión de enfermedades propias de otros tiempos, y también una cuestión de imagen. Aunque las ratas sean inevitables en las aglomeraciones urbanas, por lo menos hay que expulsarlas de la superficie.