EL NUEVO EJECUTIVO

Ministerio de Igualdad

Es hora de transversalizar las políticas de género, de hacerlas cumplir y de rendir cuentas

Carmen Calvo y Soraya Sáenz de Santamaría, durante el traspaso de poderes.

Carmen Calvo y Soraya Sáenz de Santamaría, durante el traspaso de poderes. / periodico

Marta Roqueta

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El nuevo Gobierno socialista recupera el Ministerio de Igualdad, cuya cartera será para la vicepresidenta Carmen Calvo. La Federación de Mujeres Progresistas ha aplaudido la decisión, al considerarla un mensaje de retomar la agenda de igualdad. La Comisión 8-M lo ve un gesto político y pide actos eficaces y concretos, a la espera de saber las prioridades del ministerio y su presupuesto.

Las reticencias de la Comisión 8-M son pertinentes. Julian Walker, profesor de la University College de Londres, habla de dos formas de entender los ministerios de igualdad. La primera se basa en una lógica sectorial. Así como hay un ministerio para educación y otro para sanidad, todas las políticas en relación a las mujeres se concentran en un solo ministerio de igualdad. La segunda visión entiende que la perspectiva de género debe ser adoptada por todos los ministerios. El ministerio de igualdad los asesoraría y les daría herramientas para que pudieran adoptar la perspectiva de género, además de seguir las políticas y evaluarlas.

Teniendo en cuenta la situación española, el modelo para el Ministerio de Igualdad debería ser el segundo. Para empezar, el Gobierno debe asegurar que la ley de igualdad aprobada hace una década se cumple y poner en marcha el pacto de Estado contra la violencia machista. A ello hay que sumarle la ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre trabajo decente para las trabajadoras domésticas y la creación de un plan para valorar el trabajo de cuidados que vaya más allá de la conciliación laboral. Estas medidas ya implican a más ministerios, sin contar que cada vez son más las voces que piden la inclusión de la perspectiva de género en educación y salud.

Ante esta situación, mi duda es si un Instituto de la Mujer con más poder podría haberla afrontado, pero entiendo que el PSOE quiera darle más empaque con un ministerio. En cualquier caso, un Ministerio de Igualdad que no entienda que es hora de transversalizar las políticas de género, de hacerlas cumplir y de rendir cuentas, nacerá limitado.