Pagar por ensalzar a Franco desgrava

Nadie se imagina en Alemania una Fundación Adolf Hitler ni en Italia una Fundación Benito Mussolini. En España, sin embargo, existe la Fundación Francisco Franco, que se dedica a “exaltar” al dictador como “modelo de virtudes puestas al servicio de la patria”, según recogen sus estatutos. La fundación asegura que desde el año 2004, cuando el Gobierno de Aznar le dio 150.000 euros para digitalizar 30.000 documentos sobre Franco, no recibe ni un euro de dinero público. Pero las donaciones privadas que aportan particulares para su financiación desgravan a Hacienda como si se tratara de Cáritas, la Cruz Roja o la agencia de la ONU para los refugiados. Un escándalo cuando, aparte de alabar la dictadura, la fundación se dedica a boicotear, por ejemplo, la aplicación de la ley de memoria histórica, como ha hecho recientemente paralizando el cambio de nombre de 52 calles madrileñas.

Después de décadas de olvido, el PSOE ha presentado una moción en el Senado para excluir a la Francisco Franco de la lista oficial de fundacionesPSOESenado, entre otros motivos porque la ley exige que respondan al interés general, y no parece este el caso de un organismo que ensalza al general que se sublevó contra la II República y encabezó una sangrienta dictadura de casi 40 años. La actividad de la fundación goza además de beneficios fiscales. Aunque sea tarde –la Fundación Francisco Franco nunca debió ser autorizada–, es hora de terminar ya con ese anacronismo.