Retos presidenciales

El camino de Trump

El presidente de EEUU vive y se crece cada vez que pone al sistema contra las cuerdas

Trump saluda a su llegada al Foro Económico Mundial, en Davos, el 25 de enero.

Trump saluda a su llegada al Foro Económico Mundial, en Davos, el 25 de enero. / periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Si algo tiene Donald Trump es su capacidad para mantenernos en vilo contemplando el espectáculo de la Casa Blanca con cada nuevo capítulo como si estuviéramos todos enganchados a una serie. ¿Qué calla Vladimir Putin?¿Le tiene cogido por alguna parte que duele mucho? Es inevitable: el tufillo de la trama rusa nos recuerda al último gran escándalo que logró acabar prematuramente con un presidente americano, Richard Nixon. ¿Puede ser esta la segunda parte de aquel desastre?

Hay una tendencia enorme a comparar el Watergate con el escándalo de las conexiones rusas. Nixon despidió al fiscal especial que investigaba las escuchas, Archibald Cox, pero aunque lo consiguió acabó sucumbiendo. Donald Trump está dispuesto a hacer lo mismo con Robert Muller, el impasible fiscal encargado de averiguar si su campaña utilizó inteligencia rusa para favorecerle y si posteriormente como presidente intentó obstruir a la justicia para ocultarlo.

Aunque todo tiene mucha similitud, la distancias son enormes, tanto como la figura de ambos presidentes. Mientras Nixon era un profesional del sistema, que conocía al detalle la fontanería y los pasillos del poder, Trump no solo ganó representando a todo lo que viene de fuera sino que vive y se crece cada vez que pone al sistema contra las cuerdas.

A pesar de la torpeza y el capricho que rige en sus decisiones, es difícil que a Donald Trump se le acabe abriendo un proceso político. Con los republicanos apoyándole es imposible alcanzar un acuerdo para procesarle, al menos mientras las encuestas no muestren fatiga. A Nixon tampoco le sacaron, pero no pudo frenar al sistema, y la evidencia en los medios le acabó mostrando la puerta de salida. 

Las cosas han cambiado. Trump más que conceder a los medios un papel crítico e independiente, los considera basura. Enfrentándose ha superado el primer año, la cuestión ahora que la trama se enreda es saber si la serie Trump podrá aguantar la segunda temporada o se acerca al final por el camino de Nixon.