VENTANA DE SOCORRO
El bolso
La vejez es una cura de humildad. El cuerpo nos domina con sus ritmos y achaques
Ángeles González-Sinde
Escritora y guionista.
ÁNGELES GONZÁLEZ-SINDE
Aveces se ve a un matrimonio mayor que pasea. Quizá están con un grupo y hacen turismo a precios de jubilado. No son del lugar y llevan un buen rato visitando monumentos. Entonces el marido, sin intercambiar una palabra, quita el bolso a su mujer, a la que ve rezagada, y se lo carga al hombro. No lo lleva con mucha gracia. Es como si cargara una bota de vino o la bolsa del almuerzo que llevaba a la fábrica años atrás, pero no le importa. Ya tiene esa edad en que no necesita parecer lo que no es.
Su mujer, aliviada del peso, tampoco echa de menos el "bolsillo", como lo llamaba su madre antiguamente cuando bolso solo llevaban las ricas. También tiene una edad en que una no necesita rebuscar constantemente en él. La polvera, el rimmel, el espejito se han vuelto innecesarios. Se ha liberado. Tampoco necesita tener el móvil encima. Ya lo mirará cuando se sienten a comer. Sus hijos saben que para encontrarla lo más directo sigue siendo el fijo de casa. Ella tampoco necesita ya aparentar lo que no es.
Canosos, los dos avanzan tranquilos, joviales entre los otros "viejos", como también los llamaba su madre que renegaba del centro de jubilados. "Está lleno de viejos", se quejaba, como si ella no fuera una. Hoy es distinto. Los viejos son menos viejos que los de antes. Se espera de ellos actividad, gallardía.
Dignidad y hombría
Hace cuarenta años no hubieran pescado a su marido con un bolso de señora al hombro. ¿Qué hubiera sido de su dignidad, de su hombría? Por suerte, esos sarampiones se pasan. La vejez es una cura de humildad. El cuerpo nos domina con sus ritmos y achaques. Exige toda nuestra atención y, atado a él, el espíritu se libera de vanidades. Sufre uno más por la dignidad ajena. Por el lamparón que lleva él en el jersey. O por la quimio que la dejó a ella como bola de billar. A pesar de que las hijas le compraron una peluca, en cuanto volvió a salirle pelo se negó a usarla. Pica, dijo, da calor. Ahora lleva el pelo muy blanco y muy corto. Le da un aire sofisticado, francés, como Jean Seberg cuando eran jóvenes.
- Comprobar si mi número de La Grossa de Sant Jordi 2024 tiene premio
- Sorteo de la Grossa de Sant Jordi 2024, en directo: números premiados y comprobar
- El mundo de la cultura, de Almodóvar a Serrat, convoca una concentración para pedir un alto el fuego en Gaza
- RTVE elimina el último programa de Masterchef en el que se denigró a una concursante que abandonó por estrés
- Lleida acumula en pocas horas la lluvia caída en más de dos años
- Alerta de la Policía Nacional sobre una estafa que puede afecta a miles de personas
- Adiós a los cajones de la cocina: la solución con perchas que puedes colocar en cualquier parte
- ¿Dónde y cuándo lloverá este fin de semana en Catalunya? Esto dice el Meteocat