El Barça debe pasar la página judicial

El día en que la directiva del FC Barcelona anunciaba el nombre de su nuevo entrenador no se correspondió con lo que cabía esperar de un momento que siempre acostumbra a ser ilusionante. El presidente, Josep Maria Bartomeu, tuvo que hablar por igual de Ernesto Valverde que de la maraña judicial que ha atrapado a la entidad azulgrana en los últimos tiempos. En ese sentido, resulta positivo, en primer lugar, que se haya cerrado al fin el extenuante proceso de la acción de responsabilidad contra el expresidente Joan Laporta y sus exdirectivos. Un  recurso de la junta al Supremo solo hubiera hecho que aumentar un innecesario desgaste y el clima de enfrentamiento social.

Pero ese carpetazo llega en paralelo al que puede abrirse por la entrada en prisión del <strong>expresidente Sandro Rosell. </strong>Este caso mancha la imagen del club y deja en una situación de debilidad  a la directiva de Bartomeu, vicepresidente con Rosell y con quien le une una vieja amistad. Por ahora, según manifestó el presidente, <strong>el auto judicial nada dice del Barça </strong>y recoge episodios al margen de la época en que Rosell fue el mandatario azulgrana, entre julio del 2010 y enero del 2014. Ahora bien, el propio Bartomeu sentenció que si se demuestra que el expresidente se benefició económicamente del club se actuaría en consecuencia. Aunque la sombra del patrocinio de Qatar es alargada, solo cabe desear que no haya más sobresaltos judiciales para que la actualidad se centre en la etapa que se abre con Valverde.