Porqués a por qué somos del Espanyol

Quique Sánchez Flores habla con Caicedo en un entrenamiento del Espanyol.

Quique Sánchez Flores habla con Caicedo en un entrenamiento del Espanyol. / periodico

GABRIEL RUFIÁN

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Por los centenares de escudos cosidos a mano por la madre de David Vidal, por los foros de internet pericos hechos con módems de bits de David Palomar, por los madrugones de los sobrinos pescadores de Joan Rovira y su barca blanquiazul y por los gritos de Vicenç Palomar sobre el capó de su coche aquella noche de derbi del 74 en la que el Barça acabó con 75 años y 5 goles encima.

Por las tardes de gloria, pena y milagros en SarriàMontjuïc Cornellà.

Porque los que son siempre están.

Porque es muy bonito estar siempre aun sabiendo que tienes las de perder.

Por tantas tardes en las que parecía imposible llegar hasta aquí.

Porque si no se sufre no es real.

Porque lo fácil es no serlo.

Por las ansias y perpendiculares imposibles de De la Peña.

Por las tardes de invierno y tierra intentando correr tan rápido, controlar tan bien y marcar tanto como Tamudo.

Por quienes fundaron peñas rojas y pusieron banderas con estrellas jugándose mucho más que el nombre.

Porque no ha habido amenaza, cántico o señal que haya doblegado a tanta buena gente.

Porque la vida es perder y ganar y solo perdiendo aprendes a ganar.

Porque llegó un día en que los aplausos ganaron a los brazos en alto.

Porque 7 años después cada minuto 21 Jarque sigue saliendo al campo.

Por el millón de ilusiones, lágrimas, rabia, silencios y gritos que sostienen este escudo.

Porque lo bonito es aplaudir por lo que quieres, no por lo que ves.

Por las gradas llenas en otoño a pesar de tantos veranos sin portadas.

Por tantas etiquetas, prejuicios y suposiciones rotas.

Por las mil explicaciones que has dado por y para ser quien eres.

Por el día que decidiste no callarte más.

Porque cuando no tienes nada más que tus ganas eres mejor que el que lo tiene todo.

Por aquel niño de azul y blanco entre tanto azul y grana que te arranca una sonrisa.

Por las toneladas de condescendencia que has tenido que soportar.

Porque algún día se volverá a jugar entre semana.

Porque hay goles que son más bonitos que Copas.

Porque hay derrotas más dignas que muchas victorias.

Por el frío que se ha pasado y las amistades inquebrantables que se han perdurado.

Por quienes siempre van y nunca se van.

Por los grandes jugadores que este club ha forjado y lo poco que le han durado.

Porque los héroes no están en el césped sino en la grada..

Por el coraje que supone serlo.

Porque Rodenas Silanes jamás bajaron la mirada ni desinflaron el pecho ante nadie.

Porque el mundo está hecho de azul y blanco.

Porque a veces ganar es simplemente seguir siendo.