Tim Burton da pereza

RAMÓN DE ESPAÑA

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 Se estrena la última película de Tim Burton, 'El hogar de miss Peregrine para niños peculiares', y observo con tristeza que me da lo mismo, que ya no siento la vieja urgencia de meterme en el cine a ver con qué me sorprende mi excéntrico favorito, que me da una pereza tremenda pagar una entrada para pasar dos horas asistiendo al desarrollo de un guion que avanza a trompicones, que no me divierte especialmente y que solo me lleva a pensar en los viejos buenos tiempos, cuando las propuestas de este hombre resultaban estimulantes, originales, alternativas…Supongo que cuando la excentricidad se ha convertido en rutina, más te vale darle un golpe de timón a tu manera de ir por el mundo o retirarte a tus habitaciones hasta que se te ocurra algo interesante, a no ser que te hayas acostumbrado a un nivel de vida que se sostiene rodando cada dos años algo que recuerde a lo que hacías cuando eras un artista de verdad y no un triste imitador de ti mismo.

 La pregunta es: ¿durante cuánto tiempo puedes hacer durar la superchería hasta que los productores se cansen de ti, como ya lo han hecho previamente el público y la crítica? De momento, todas las reseñas que he leído de 'El hogar de miss Peregrine para niños peculiares' resultan desoladoras. Ya me la tragaré cuando llegue a la televisión, aunque solo sea porque Eva Green, esa mujer nacida para ser gótica y victoriana, luce un aspecto muy similar al de 'Penny dreadful', pero de momento, que no me esperen en el cine. ¿Cuándo empezó este hombre a perder el norte?, me pregunto. Yo diría que con su innecesario remake de El planeta de los simios y con Sweeney Todd, una auténtica tortura para quienes odiamos los musicales de Broadway y creemos que Stephen Sondheim es más cursi que un repollo con lazos. Atrás quedaban 'La gran aventura de Pee Wee', 'Bitelchús', 'Ed Wood' y dos estupendas aproximaciones a 'Batman', antes de que el personaje cayera en manos de Joel Schumacher (el del primer plano del paquete del hombre murciélago) y de Christopher Nolan, el pedante más rentable del cine contemporáneo. Cuando dejé de ver 'Alicia en el país de las maravillas' en video porque me estaba quedando frito de aburrimiento, llegué a la conclusión de que lo nuestro ya no funcionaba.

 Ahora, cual esposa abandonada, me pregunto con nostalgia qué le pasó a ese hombre que antaño me hizo tan feliz.