A punto... ¿para qué?
Sin reformar España, Catalunya jamás podrá decidir su futuro, pero si lo lograse una inmensa mayoría de los catalanes ya no querrían abandonarla
Enric Hernàndez
Director
Director de EL PERIÓDICO desde el 2010 y licenciado en Ciencias de la Información por la Universitat Autònoma de Barcelona. En 1998 se incorporó al diario como redactor jefe de Política en Madrid. Un año más tarde, asumió la jefatura de la delegación y, en el 2006, fue nombrado subdirector. También trabajó en 'El País' como director adjunto y en el diario 'Avui', donde inició su carrera profesional.
ENRIC HERNÀNDEZ
Quienes tras la Diada del 2012Diada confundieron sus patrióticos deseos con la realidad plurinacional –“Esto es un calentón; ya bajará el suflé”—, los mismos que cuestionaron o desdeñaron la capacidad de movilización del independentismo en su momento más álgido, festejarán por todo lo alto que las marchas de este domingo presenten guarismos más discretos. Consuélense echando sus cuentas, pero tengan en cuenta que no hay ninguna otra causa en ningún otro país del mundo que durante cinco años pueda movilizar sin descanso a cientos de miles, incluso a millones de personas. Abandonen toda esperanza: puede que esta vez sean algunos menos, pero lo relevante es que siguen ahí.
'Catalunya, nou Estat d’Europa', 'Via catalana cap a la independència', 'Ara és l’hora', 'Via Lliure cap a la república catalana', 'A punt'… Los lemas que la Assemblea y Òmnium han ideado para las sucesivas diadas y la simbólica votación del 9-N --otra manifestación, esta papeleta en mano--, sugieren la inminencia de una buena nueva que se está haciendo esperar. La anual Anunciación a cargo de los arcángeles de la 'estelada' puede resultar cansina incluso para los más devotos, pues pasan elecciones y presidentes pero el niño no acaba de nacer. Catalunya está a punto… ¿para qué?
Esos casi dos millones catalanes que se echan a la calle cada Onze de Setembre, votaron ‘sí-sí’ el 9-N y avalaron la hoja de ruta independentista el 27-S no tienen por qué saber, aunque empiecen a intuirlo, que los planes secesionistas pergeñados por sus políticos no tienen ni pies ni cabeza. Que, en democracia, menos de la mitad de los votantes no pueden cambiar las reglas del juego sin contar con la otra mitad. Que saltarse las leyes democráticamente aprobadas, lejos de concitar adhesiones, dispararía las alarmas internacionales. Que la ruptura unilateral es un acto de fuerza que acarrearía graves sacrificios y desgracias personales.
REFORMAR ESPAÑA
El infortunio de los próceres independentistas es que, para poder decidir su futuro, Catalunya necesita reformar España, pero si al fin lograse reformarla una inmensa mayoría de los catalanes carecerían de motivos para abandonarla.
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- ¿Qué supermercados triunfan más en Catalunya? La 'pole position' de la gran distribución alimentaria se distancia de su competencia
- 30 frases e imágenes para felicitar el Día de la Madre 2023
- Muere Carola Miró, la esposa del expresidente de la Generalitat Quim Torra
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- Catalunya se encomienda a las próximas lluvias y al deshielo para dejar atrás la emergencia por sequía
- El destino de Daniel Sancho se debate ahora entre la cárcel amable de Samui y la despiadada de Bangkok