Un club más

Messi y su mujer Antonella toman el sol sobre una tabla en aguas de Eivissa, este martes.

Messi y su mujer Antonella toman el sol sobre una tabla en aguas de Eivissa, este martes. / periodico

ALBERT SÁEZ

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Se atribuye a Manolo Vázquez Montalbán la sentencia de que el "Barça es más que un club". La junta de Laporta y Rosell decidió convertirla en uno de los signos de identidad del club y la grabó en la gradería conjugándola con los emblemas de los patrocinadores. Montalbán era un periodista portentoso de los que son capaces de escrutar la realidad para entenderla mejor que sus protagonistas. Montalbán captó el alma del barcelonismo, un intangible que se transmitía a los nietos sentados en la falda de los abuelos envueltos en una nube de humo de caliqueño. Ese alma animaba la fe ciega en la victoria durante los años de plomo del Madrid de las cinco Copas de Europa. Y es la que permitió al Barça algunas peculiaridades, desde que algunos comunistas no lo vieran como el opio del pueblo hasta ser el último gran club en llevar publicidad en la camiseta o eludir su transformación en una sociedad anónima deportiva a base de poner una plaquita con su nombre pagada por cada socio en las paredes del estadio donde muchos piden lanzar sus cenizas. Todos estos detalles y una cierta idea de civilidad hacían que el Barça fuera para muchos de sus socios y aficionados "más que un club".

Sin entrar en la pugna clásica entre nuñistas y cruyfistas, hay que certificar la muerte acelerada de ese alma barcelonista. La incorporación de un flagrante régimen contra los derechos humanos como Qatar en la camiseta como patrocinador, la judicialización de la penúltima campaña electoral llevando a una junta a los tribunales, el embrollo del fichaje de Neymar o el vergonzante pacto con la fiscalía reconociendo que el club había delinquido son una suma demoledora contra ese espíritu cívico del que presumía el barcelonismo. Y la guinda del pastel es esa ignominiosa campaña 'tots som Leo Messi' amparando una conducta inadecuada del mejor jugador de todos los tiempos del barcelonismo y del fútbol mundial. Pero una cosa no quita la otra. Se le puede afear un error al tiempo que se le rinde pleitesía como deportista. El resultado es que el Barça ya solo es un club más.