OPINION

Messi perdió el partido de ida. Hacienda 1-Messi 0

Messi

Messi / periodico

EMILIO ZEGRÍ / BARCELONA

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Un tribunal de la Audiencia de Barcelona ha condenado a Leo Messi por tres delitos fiscales. El caso resulta singular pues la defensa del jugador había apostado por pagar a Hacienda y que el padre se autoinculpara. Y el fiscal asumió esa tesis. Por ello, la acusación pública se dirigirió solamente contra el progenitor y no contra el futbolista, teniendo en cuenta que su padre, Jorge Horacio, cumplió y admitió durante la instrucción ante el juez de Gavà llevar los negocios del jugador y que este ignoraba las particularidades tributarias de sus ingresos.

Esta posición fue mantenida por el fiscal en el juicio. Pidió la absolución de Leo. Resulta raro, no imposible, que un tribunal condene a un ciudadano cuando el fiscal pide que se le absuelva. En este caso la Audiencia condena acogiendo la petición del abogado del Estado. Es más que posible que a partir de ahora, los ciudadanos inmersos en procesos penales por delito fiscal mediten con prevención si les conviene pagar.

En los últimos tiempos muchos ciudadanos se han librado de penas pagando a Hacienda antes del juicio. Esta sentencia abre un melón que puede volverse en contra de esta posibilidad, tan frecuente y tan útil para todos, incluyendo al estamento judicial. Más todavía, si tenemos en cuenta que después de pagar, el ciudadano se encamina directamente a su sentencia desfavorable.

Hay otro aspecto relevante y polémico de la sentencia que se debatirá en el Tribunal Supremo, al que Messi acudirá. Es un interesante partido de vuelta que decidirá y zanjará la eliminatoria. La defensa de Messi se basó en su desconocimiento de los hechos para pedir su absolución; en que él es un jugador de fútbol que solo se dedica a jugar. De hecho, como consta en la sentencia, el primer contrato que se firmó lo celebraron sus padres cuando era menor de edad y, además, en una época en la que no se podía adivinar su eclosión posterior como futbolista.

En la sentencia que condena a Messi, el tribunal dedica nueve folios, nada menos, a esta cuestión. La Audiencia en este punto no examina las cualidades intelectuales que podía atesorar el futbolista, ni sus conocimientos previos sobre la constitución de sociedades en paraísos fiscales. Refleja algunos actos en los que, ya mayor de edad, Messi intervino, concretamente en algunas escrituras públicas. El tribunal llega a la conclusión de que el futbolista actuó con ignorancia; pero dice que ésta era deliberada. Reputa al acusado como una persona que se imagina la posibilidad de la ilegalidad de su actuación y, no obstante, decidió seguir actuando. Dice la sentencia que actuó "como aquel que no quiere saber" y por esto le condena. La Audiencia de Barcelona, pues, entiende que una persona sumida en esta ignorancia deliberada debe responder de las consecuencias de sus actos y de sus omisiones. Ahora, la pregunta es quién ganará el partido de vuelta y por cuánto.