¿Marca España o Justicia Global?

Acto parlamento

Acto parlamento / periodico

MIQUEL CARRILLO

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La nueva política se parece terriblemente a la vieja política. Este comentario, que se sitúa entre la sospecha razonable de un electorado joven, ávido de más emociones, y el eslogan de los más veteranos en defensa del pedegree en esta democracia recién estrenada, puede aplicarse especialmente a la política exterior. En Cataluña, si las CUP reconsideran su posición contra el proyecto presupuestario del gobierno catalán, habrá ciertamente una recuperación del terreno perdido con los recortes en las políticas de cooperación, como el Pla Director de Cooperació preveía, por otro lado. Sin alegrías, 5 millones más para una parte de la acción exterior que apenas llega para pagar los sueldos de la plantilla de la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament. La misma cantidad que se destinará para la apertura de diez nuevas delegaciones internacionales o embajadas del Govern de la Generalitat, como prefieran decirlo, gracias al aumento en otros 4 millones adicionales en la partida de acción exterior.

Es curioso lo que cuesta justificar unos millones y otros. Con los de cooperación hay que hacerlo hasta el último céntimo, siempre con algún comentario jocoso o incrédulo por detrás de que 'no será para tanto si recortamos', de los que por aquello de lo políticamente incorrecto, nadie dirá en público. Con las embajadas, se dan por hecho sus bondades e impactos, tanto de las nuevas como de las viejas, y la rendición de cuentas en el ámbito diplomático, en general, deja que desear. ¡Qué sería de nosotros sin el BOE y sus anuncios de licitaciones de cuberterías y otros enseres de alto copete! Lo que no sabemos es si en el DOGC van a aparecer esas frivolidades protocolarias también y, sobre todo, con qué ideas y valores estamos invirtiendo sin dudar las cifras que generan tantas reservas cuando hablamos de solidaridad internacional.

Sin ir más lejos, el viernes pasado en el Parlament, lleno absoluto, la sociedad civil catalana presentaba las conclusiones de la misión de una delegación catalana en Buenaventura, una ciudad colombiana donde la acción de empresas con su razón social y capital en nuestro territorio está bajo sospecha. Al finalizar el acto, lo que se solicitaba no eran más embajadas, precisamente, sino un centro, participado por la propia sociedad civil y las instituciones catalanas, donde monitorizar el proceder de inversiones y empresas en el extranjero, de manera que pudieran ser apartadas de la contratación pública si se detectaban irregularidades financieras o actuaciones contrarias a los derechos humanos. ¿Van a servir nuestras flamantes embajadas para eso mientras no exista tal centro de observación?¿Se van a poner al servicio de la protección de las y los defensores de derechos humanos en todo el mundo? ¿Van a ser espacios para construir procesos de paz allá donde hagan falta? ¿Cuál es el plan?

La pregunta sirve para la vieja política y las viejas embajadas, por supuesto, y para todo nuestro servicio exterior, el incuestionable, el que prefiere enfrentarse a Gran Bretaña por la visita de un ministro a Gibraltar, pero no se le conoce un solo movimiento para denunciar el asesinato de Berta Cáceres en Honduras o reflotar la Corte Interamericana de Derechos Humanos, algo así como el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Desde 2011, en que España lo apoyaba con un millón de dólares, hemos pasado a subvencionarlo con 50.000$, contribuyendo decisivamente a su inminente cierre. De nuevo, ¿cuál es el plan? ¿Por qué tenemos a una legión de negociadores apoyando los intereses de las grandes empresas en acuerdos como el TTIP, que no van a ayudar precisamente a cumplir con los acuerdos climáticos de París? ¿Llegaremos en 2100 a acoger a todos los refugiados que nos tocan según nuestros propios compromisos internacionales?

La política exterior no parece decidir nunca las elecciones, se nos antoja algo distante y desconectado de nuestro día a día, pero nuestro futuro se juega cada vez más en la Champions y no en La Liga, queridos vontantes. Este miércoles a las 19h lo debatimos en Barcelona, en LaFede, con todos los partidos políticos que se presentan al 26J.