Editorial

La Ronda de Dalt tendrá más tramos cubiertos

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La cobertura de algunos tramos más de la Ronda de Dalt no era una prioridad para el gobierno municipal de Barcelona, pero Ada Colau ha decidido emprender parcialmente un proyecto prometido en la época de Xavier Trias e incluso antes, bajo los alcaldes socialistas. El ocultamiento de esta arteria capital para el tráfico urbano y metropolitano ha sido reclamado largamente por los vecinos de la zona comprendida entre las plazas Alfons Comín y Karl Marx, que aspiran legítimamente a lo mismo que obtuvieron hace décadas, tras enérgicas movilizaciones, los de Nou Barris. Una mejora de la calidad de vida de la que, en otra parte de la ciudad, disfrutan también los vecinos de Les Corts desde la cobertura de la Gran Via de Carles III. Pero los tiempos son otros, y la capacidad financiera de los poderes públicos no es la de entonces. Es lógico, pues, que un Ayuntamiento progresista se plantee un proyecto la mitad de costoso que el previsto por el anterior gobierno municipal, que era de 400 millones de euros, y lo enmarque en un plan más amplio para humanizar el entorno de la ronda. Los vecinos quizá se sientan decepcionados porque solo se prevea cubrir un 25% del tramo que discurre a cielo abierto, pero sin duda es un avance, y más si se tiene en cuenta que el proyecto, aunque beneficiará a las personas, no encaja de forma automática con las políticas sociales que promueve Colau. Que la alcaldesa lo haya asumido es también un indicador de que ya sabe que gobernar obliga al realismo y al pacto.