¿Quiénes son los nuestros?
Los cuatro 'cowboys' hacen la mejor radio de España sin saberlo, porque aman el cine, porque locutan sin pensar que lo están haciendo, porque su generosidad no es con el medio, sino con el oyente
Juan Carlos Ortega
JUAN CARLOS ORTEGA
Antes de hablar de la fotografía que decora esta página, quisiera decirles algo. A los humanos nos encanta clasificar. Eso es estupendo cuando se hace de modo riguroso y científico. Entonces, como si fuera un milagro, empieza a ordenarse el universo y surgen teorías magníficas que ensanchan la realidad. Aristóteles clasificó las plantas e inventó la biología. Charles Messier clasificó objetos en el firmamento y revolucionó la astronomía. Pero no siempre clasificamos utilizando la razón. La mayoría de las veces, lo hacemos obedeciendo a tontísimos esquemas.
Por ejemplo, si considero que Iñaki Gabilondo es un portento radiofónico, resultará a todos extraño que tenga una opinión favorable de Luis Herrero. Si disfruto con la poesía de Rafael Alberti, se supone que no puedo considerar a Luis Alberto de Cuenca como uno de los mejores poetas vivos de Europa. Si algunas películas de Almodóvar me parecieron divertidas, chocará que Garci me parezca un genio. Y si soy un poco anárquico en mi forma de vivir, impactará que me incline lleno de admiración ante Eduardo Torres-Dulce, ex fiscal general del Estado.
Pero eso es lo que me ocurre. Trabajo en la Cadena SER y disfruto escuchando esRadio. Allí se emite un programa magnífico titulado 'cowboys de medianoche'. Lo dirige Luis Herrero y cuenta con la colaboración de Luis Alberto de Cuenca, José Luis Garci y Eduardo Torres-Dulce. Se reúnen todos los viernes a las diez de la noche para hablar de cine, pero acaban charlando del amor, de las piernas de las chicas, de la Navidad, de Shakespeare o de María Matilde Almendros. Da igual. Como en todas las manifestaciones artísticas, no importa el qué, sino el cómo.
Luis Herrero es un talento de la radio. Domina el tiempo y posee una cualidad que lo coloca por encima de la mayoría de sus colegas: calla humildemente para escuchar a los que saben. A veces enmudece durante cinco minutos ante los análisis cinematográficos de sus colaboradores. Tras su fachada de cascarrabias, Herrero esconde un tipo sensible y bonachón. No lo conozco personalmente, pero se nota. Hasta cuando riñe se le cuela la bondad por las grietas de la bronca.
Los cuatro cowboys hacen la mejor radio de España sin saberlo. Garci, en su película 'Sesión Continua', hace decir a un personaje algo que muy bien podría aplicarse aquí: «Huston y Ford hicieron tan buenas películas porque amaban la vida más que el cine». Por eso estos cuatro tipos de la foto hacen buena radio, porque aman el cine más que la radio, porque locutan sin pensar que lo están haciendo, porque su generosidad no es con el medio, sino con el oyente.
¿Ven el peligro de clasificar? Si yo hubiera creído en los esquemas, mi admiración por Gabilondo me habría impedido disfrutar de Herrero. Después de todo, ¿quiénes son «los nuestros»? ¿Solo los que comparten nuestra estrecha visión del mundo? Claro que no. Los nuestros son aquellos que, cuando hablan, nos inyectan ganas de vivir, porque la belleza, como la verdad, es la misma, la exprese Agamenón, su porquero, esRadio, la SER, 'ABC' o EL PERIÓDICO.
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