Cambios para ganar

UN PLAN TRIUNFADOR

Cambió todo en la segunda parte. No solo fue un cambio táctico, sino también de la posición de Neymar. Jugó por detrás de los dos delanteros para encontrar los pases interiores y, especialmente, por detrás también del medio campo del Leverkusen. Estuvo mucho mejor en el inicio de la segunda mitad. Defendió más en campo alemán, aunque le faltaba más acierto en el último toque, ya fuera en la definición o en la asistencia. La salida de Alba, Munir y Sergi Roberto unido al bajón físico del Leverkusen, provocaron el cambio de escenario en el partido. Sufría el equipo alemán cuando tuvo que defender hacia atrás y no hacia arriba como hizo tan bien en la primera parte.

POR QUÉ SANDRO

Eligió Luis Enrique primero a Sandro. Luego puso a Munir para revolucionar el partido. Eligió a Sandro al principio porque es más vertical y, sobre todo, porque busca más desmarques de ruptura, intuyendo que el Leverkusen dejaría espacios a su espalda por la presión que hacía arriba. Defendió muy bien el equipo alemán por dentro, lo que obligaba al Barça a hacer el campo largo y amplio. Quiso evitar pérdidas en el inicio del juego, pero no lo consiguió, sobre todo en la primera mitad. Demasiados errores en pases fáciles le complicaron la vida y animó al Leverkusen, más fuerte, además, en el plano físico. No había líneas de pase por dentro y el Barça sufrió mucho.

GRAN RIVAL

No estuvo fino y el mérito correspondió a la excelente actuación del rival. Sobre todo en la presión para dificultar la construcción del juego del Barça provocando pérdidas lejos de las zonas de peligro y en las tareas defensivas, para cerrar los espacios. Era imposible hacerlo mejor. Y era difícil mantener ese nivel de excelencia los 90 minutos. El Bayer, a pesar de su poderío, pagó el derroche físico y el cansancio le llevó a cometer algunos errores y ceder metros ante la presión del Barça para remontar el marcador.