La conciencia de Països Catalans como sujeto nacional

Ovidi como excusa

La historia de la transición está repleta de lagunas, y la relación Catalunya-Valencia es una muy clara

ERNEST BENACH

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ya se han cumplido 20 años desde que Ovidi está de vacaciones. Y lo cierto es que se le echa de menos. Hay toda una serie de artistas, intelectuales, escritores, músicos, cantantes que además de inspirarnos con su capacidad creativa, de dar placer a nuestro intelecto, de poner en valor la lengua y la cultura catalana, hacen otra función fundamental para entender hoy qué es la nación catalana. Son gente que hacen, han hecho y harán de puente entre los diversos territorios de habla catalana, entre lo que conocemos como Països Catalans.

Es muy importante que entre los referentes culturales de mucha gente que vive en el Principat de Catalunya algunos valencianos tengan un papel relevante, nada testimonial. Las relaciones de Catalunya con Valencia y las islas Baleares y Pitiüses siempre han sido de una complejidad extraordinaria. Por supuesto, con la Franja, la Catalunya Nord o Andorra la complejidad no disminuye ni un pelo.La condición de valenciano de Ovidi Montllor obliga a centrar el artículo en el País Valencià, aunque bien podríamos reproducir íntegramente todo lo que decimos para las Baleares o la Franja.

Una cultura y lengua comunes

Los Països Catalans son nación, principalmente, porque son el territorio que acoge, cultiva, da luz y proyecta una cultura, la catalana. También lo son porque el catalán es la lengua común de todos estos territorios, se le llame catalán, valenciano o balear, una lengua, no obstante, rica, viva, y que necesita como toda lengua normal, un Estado que la cuide y la proteja . Y también son nación por historia, por tradiciones, por economía, por estructura territorial, por infraestructuras... Pero, ¿lo quieren ser? Es evidente que ahora mismo la conciencia de Països Catalans como sujeto nacional es aún minoritaria, incluso en el Principat de Catalunya, a pesar de que los diversos territorios que los conforman, es donde la conciencia nacional más ha crecido y progresado en los últimos años.

Dicho de otro modo, en Catalunya hay una importante parte de la población que está a favor de la independencia de... Catalunya. Y, por supuesto, que en el País Valencià del añorado Ovidi, la idea de Països Catalans hoy es exactamente una quimera, aunque también es evidente que crece cada vez más y con fuerza, la idea de que solo con más capacidad de autogobierno, con más posibilidad de decidir su propio futuro, Valencia saldrá adelante.

El Partido Popular, y también el PSPV han optado por un modelo totalmente subsidiario de Madrid durante muchos años. Y esto ha hecho daño en Valencia desde el punto de vista cultural y lingüístico, pero también desde el punto de vista económico y de las infraestructuras. Se ha sembrado odio y se ha recogido incomprensión, injusticia, corrupción, difamación, ignorancia... Se ha sembrado odio y se ha recogido una batalla contra la lengua catalana que ha visto su culminación con la negación de la ciencia, aunque esta es elemental, clara y objetiva. Algunos deberían tomar nota de qué puede llegar a pasar cuando se proclama el odio con tanta frivolidad. Las consecuencias son nefastas.

Una autocrítica necesaria y contundente

A pesar de que los culpables son claros y están señalados, pienso que no hacer una autocrítica clara y contundente de la actitud del Principat en relación con Valencia es también un error grave. Históricamente desde el ámbito político, las relaciones entre Catalunya y el País Valencià no se han llevado bien. Y una parte muy importante de culpa se decanta en el lado de la balanza que acaba reposando en Barcelona. La historia de la transición en el Estado español es una historia llena de lagunas, y las relaciones entre Catalunya y Valencia son una muy clara.

Es por ello que son esenciales las aportaciones que tantos y tantos valencianos de Catalunya han hecho para mantener estos puentes, tan invisibles como indestructibles, que han relacionado las dos tierras. Son muchos los valencianos que viven en Catalunya, y sin duda se dejan notar. Y hay que tener presente también que son varios los catalanes y las catalanas que hoy, de manera terca e insistente, desde Catalunya, no renuncian a recordar la necesidad de tener muy presente el País Valencià y todos los otros territorios de habla catalana, en el futuro de Catalunya. No sé cuántos son, pero están ahí. Y Ovidi los inspira.

Ahora que tanta discusión existente entre el concepto nacionalista e independentista, podríamos hacer referencia a la definición de nacionalista que en su día hizo Pompeu Fabra. Decía el maestro que nacionalista es, y cito textualmente, «quien propugna o favorece la unidad y la independencia de su nación». Otra cosa, claro, es saber cuál es tu nación...