Por ilusión que no quede

Irrumpe en el escenario político europeo, con más fuerza que nunca, el voto castigo. Syriza ha sido el partido más votado en Grecia y los paralelismos con España no son lo más apropiado. Empezando por que España es un país de 46,5 millones de personas y la cuarta economía de la zona euro, mientras que Grecia es un país mediano que supone el 2% del PIB europeo. Que en España los jubilados no han visto reducida su pensión pública en un 50% ni que los funcionarios han sufrido un ERE del 30% de su plantilla. Que la agencia tributaria en España funciona e incrementa la recaudación, no como sucede con la subdividida e ineficiente Hacienda griega. Y que las expectativas económicas son muchísimo mejores aquí, encabezando el crecimiento en Europa para este año y creando de forma lenta y constante esos puestos de trabajo que tanto hacen falta para recuperar el bienestar perdido.

Sin embargo, se intuye una cierta intranquilidad ante el panorama de estado de campaña que vamos a vivir en este 2015. La cada vez menos frágil recuperación económica se puede ver truncada por gobiernos inestables y propuestas inabarcables.

En Catalunya parece que también miran a Grecia. Las citas electorales avanzadas bianuales nos lastran con gobiernos fallidos. La creación de sobreestructuras debilitan la eficiencia de las administraciones, caso de la agencia tributaria catalana. La apelación constante al patriotismo y al derecho natural oculta la incapacidad de asumir retos difíciles con realismo y determinación. Y es que la patria es espíritu, un sentimiento, un vínculo. Y hete aquí que algunos que se definen como próceres patriotas aseguran que no la han traicionado pese a que se llevasen unos dineritos por deslocalizar de Catalunya compañías multinacionales mientras formaban el primer Govern dels Millors en el 2010. Amb il·lusió, sí senyor!