La mejor Navidad...para Rajoy

El presidente del Gobierno, disfrazado del Ángel del Señor portador de la buena nueva, nos ha felicitado las fiestas de esta guisa: "Estas serán las primeras Navidades de la recuperación." recuperaciónEn tiempo de Adviento, que es sinónimo de esperanza, Mariano Rajoy se dirige así a los pastores, que pasan la noche al raso vigilando al famélico rebaño: "No temáis, pues os anuncio una gran alegría que lo será para todo el pueblo." El advenimiento del Redentor presagia la llegada de "la plenitud de los tiempos", el fin de una crisis de proporciones bíblicas y lacerantes consecuencias sociales.

Pero en España los pastores, ateridos por el frío y las penurias, no sucumbimos todavía al misterio de la fe; demasiadas veces nos anunciaron misterios y prodigios jamás realizados. Pocos confían en que la supuesta reactivación de la economía sea efectiva; aún menos en que su situación personal vaya a mejorar.

A nadie debería asombrar tan general descreimiento. 5,4 millones de españoles, uno de cada cuatro en edad de trabajar, no pueden hacerlo, y el 20% no ha tenido un empleo en los últimos cuatro años. Cerca de cuatro millones de parados no reciben prestación alguna. Y casi dos millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro.

'Potencia' en desigualdad

Tampoco el panorama de los trabajadores en activo resulta halagüeño: uno de cada cuatro tiene contrato temporal, lo que, junto a las rebajas salariales, ha recortado un 17% el poder adquisitivo de los españoles. Según la Organización Internacional del Trabajo, la brecha entre los españoles más ricos y los más pobres se ha disparado hasta el 50%. Con cinco millones de personas en situación de pobreza, y a razón de 150 desahucios al día, España se ha convertido en la segunda 'potencia' mundial en desigualdad.

Aunque nuestros gobernantes confíen en las propiedades taumatúrgicas de sus palabras, son obras lo que esperan los excluidos por la crisis. Al invocar el espíritu de la recuperación económica, Rajoy apela al poder redentor que esta tendría no para el país sino para el PP, en puertas del electoral año 2015. Quizá sea esta la mejor Navidad de la crisis... para el presidente.