'Los Simpson', 25 años de sátira corrosiva

De sociedades de talante conservador, como ocurre en la mayor parte del territorio de Estados Unidos, suelen brotar productos culturales de ánimo absolutamente contrario. No es ninguna revelación que la gran virtud de la cultura estadounidense radica en el espectro amplísimo que abarca, y en el que conviven todo tipo de creaciones con el american way of life de fondo. Las hay que reproducen en tono laudatorio ese modelo americano -un fenómeno global- junto a las que destilan una sátira feroz y saludablemente corrosiva. De estos últimos productos ninguno ha triunfado como Los Simpson. La serie de animación televisiva cumple sus 25 años ininterrumpidos de emisión -es la más duradera de la historia- con un arrollador éxito planetario.

Matt Groening, su creador, bebió de la fuente de su formación contracultural para retratar una familia de clase media en tono ácido y nada condescendiente. Su sátira sacudía pilares de la sociedad norteamericana como la religión, la familia, la educación y el trabajo. Un dibujo muy original y su color amarillo tan reconocible aliñaron una serie que nunca ha renunciado, al abrigo de la libertad que permite la animación, a sus principios fundacionales en estos 25 años.

En España, Homer, Marge, Bart, Lisa y Maggie Simpson viven desde 1994 en la parrilla de Antena 3 TV. Bart, incluido por la revista Time entre los protagonistas de la cultura del siglo XX, puede mirar con justificado aire de suficiencia a Mickey Mouse y Buggs Bunny.