Análisis

¿Ha ganado Cameron?

El primer ministro británico quiso vencer por goleada y Salmond ha perdido solo parcialmente

Joan Tapia

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cameron ha ganado porque al final los escoceses –gracias a lo que el Financial Times califica de "silencioso voto del no"- han decidido por casi 11 puntos de ventaja que Escocia siga formando parte del Reino Unido. Pero el nacionalista Alex Salmond ha perdido solo parcialmente. En efecto, cuando en el 2011, en las cuartas elecciones escocesas (tras la ley de devolution de Blair del 97) el SNP sacó mayoría absoluta (69 diputados sobre 129) con el referéndum de independencia en el programa, el cauto Salmond propuso tres posibles preguntas: estatu quo, maxidevolution (mas autonomía) o independencia.

Salmond intuía que la independencia era difícil y que ganaría la mayor autonomía (inferior ahora a la catalana). Pero Cameron hizo el mismo cálculo prepotente y quiso ganar por goleada: referéndum, vale, pero solo acepto el  o el no a la independencia. Y lo que ha sucedido es que en las últimas semanas el sentimiento de protesta (y nacionalista) que genera la crisis -las elecciones europeas las ganó en Inglaterra el ultraconservador UKIP que lucha para que Gran Bretaña salga de la UE- ha hecho que la independencia ganara terreno, hasta el punto que algún sondeo la dio por ganadora. Algo impensado aunque Cameron debió ser más precavido porque de los 59 diputados que Escocia envía al Parlamento británico solo uno es conservador. La razón es que las antiguas ciudades industriales como Glasgow (donde ha ganado la independencia con el 53%) han sido muy castigadas por la política conservadora. Así en las elecciones británicas del 2010, Escocia eligió –pese a la caída de la popularidad de Blair y Gordon Brown- 41 diputados laboristas (sobre 69). Ello facilitó el trasvase de votos al SNP de Salmond, con un claro programa socialdemócrata, en las elecciones escocesas del 2011.

Al final, para no perder, Cameron ha tenido que prometer la maxidevolution que se negó a pactar. Ha sido víctima de su intransigencia y Salmond –pese a su pragmatismo-, de un programa excesivo. Ahora el camino inevitable será una complicada tercera vía. ¿Qué pasa con Gales? ¿Se crea un parlamento inglés distinto al británico?. Y Cameron se enfrenta además a otro referéndum, sobre Europa.

Tampoco se puede ignorar –y una Catalunya inteligente lo debería rumiar- el respiro unánime de los mercados, los estados europeos, Bruselas -e incluso Estados Unidos- tras la victoria del  no.