La estrategia del pacto

El 'president' Artur Mas y Pere Navarro, tras firmar el acuerdo que permitirá BCN World

El 'president' Artur Mas y Pere Navarro, tras firmar el acuerdo que permitirá BCN World / periodico

NÚRIA ORRIOLS

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Aunque se trate de un hecho insólito --invalida un documento fruto de la libertad de expresión--, niego el catastrofismo en valorar el pronunciamiento del Tribunal Constitucional sobre la declaración de soberanía del Parlament. Evidentemente no es la sentencia soñada ni compartida, niegan que seamos un sujeto jurídico y político --que lo somos--, pero da la razón al Parlament, sin duda, en una cuestión: la consulta depende de la voluntad política. Rajoy ya no podrá repetir aquel " ni quiero ni puedo " escondiéndose bajo el ala de la legalidad, porque el alto tribunal asegura que el derecho a decidir de los ciudadanos de Catalunya tiene cabida en la Constitución, y "así debe constar en el fallo", dice la sentencia.

El equilibrio entre la mayoría conservadora y progresista dio sus frutos aunque los magistrados votaron en unanimidad, se niega la constitucionalidad de un proceso unilateral pero se entiende el derecho a decidir como una "aspiración política" en la que se puede llegar a través de la legalidad constitucional, con respeto a los principios de legitimidad democrática y pluralismo.

La noticia del TC llegó escasamente dos semanas antes del próximo debate en el Congreso, el martes 8 de abril. La expedición catalana se encontrará con una propuesta en la mesa? Montoro quiere seducir con la reforma fiscal, mientras Rubalcaba se distancia de la estrategia del PP sacudiéndose la etiqueta del frente común. Divergen en la forma, pero coinciden en el fondo.

La negativa de PP y PSOE --los diputados del PSC incluidos-- está descontada en este proceso, es sabido que no habrá cesión de competencia y el siguiente paso será avanzar hacia el escenario de "la consulta tolerada”, vía ley catalana. El rumbo no se toca. Por eso mismo, deberá destacarse la voluntad catalana de encajar el proceso en el marco constitucional, la estrategia será pactista, que no significa renunciar a nada. Al menos para demostrar, también internacionalmente, que Catalunya pretende acordar la consulta tal como ha ocurrido en Quebec y Escocia, y el estado no. No es "complacencia" con la sentencia, si no defender la legalidad de la consulta en torno la vía que ha abierto el TC, que invalida los argumentos del informe Margallo y su consideración del proceso de "antidemocrático".

Los partidos mayoritarios españoles deberán encontrar otra excusa, ya no vale lo que Saénz de Santamaría dijo este mismo fin de semana "dialogar es un verbo que sólo se conjuga en la ley", ya que el marco legal, tal como han repetido y reiterado constitucionalistas catalanes y españoles, no es inamovible y puede incluir una demanda mayoritaria de los catalanes, que es votar.

BCN WORLD

El pacto CiU-PSC se ha escenificado en el Parlament en el trámite de la ley de centros recreativos; el acuerdo es la cuadratura del círculo para complacer los intereses de las fuerzas políticas mayoritarias. Por un lado, CiU, y en definitiva el Govern, logra poner las condiciones para que el complejo del grupo Veremonte sea una realidad en la Costa Daurada; el PSC recupera centralidad y cumple con los varones del territorio; y ERC se siente cómoda haciendo oposición a la rebaja del impuesto de los casinos al 10 %. A todos les ha ido bien, esta vez, la sociovergencia.