Al contrataque

A Pepe se la sudará

JORDI ÉVOLE

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Eso de que las calles lleven el nombre de ilustrísimos personajes no me acaba de convencer. ¿Ilustres para quién? Hernán Cortés, por ejemplo, es uno de los personajes con más calles en España. Pues a este conquistador, su suegra no lo podía ni ver. He leído que hasta lo denunció. Ves, ya estamos. ¿Ilustre para quién? Es que nunca llueve a gusto de todos. Yo prefiero que las calles tengan nombres sin suegra. Mejor calles bautizadas con números, como la calle 54 o la Quinta Avenida (Nueva York). También me encanta la pamplonica calle Salsipuedes; o la calle Mortadelo y Filemón, que se encuentra en Madrid, o la calle Un Americano en París, que está en Zaragoza. Es de cine este nombre. Y hay más calles de cine en Zaragoza: la calle La Isla del Tesoro o esa otra llamada Super Mario Bros. Qué maravilla de nombres. Es improbable que su suegra hable mal de ellos o que un juez les impute algún delito. En cambio, en más de una ciudad quieren quitar o ya han quitado de su callejero el nombre de los Duques de Palma. Creo que la infanta no lo sabe. Es natural. ¡Pero cómo va a saberlo si no recuerda nada!

Pues pese a mi reticencia a bautizar calles con nombres de ilustres personajes, tengo una debilidad: Pepe Rubianes. A él sí que le dedicaría una calle. O una plaza, como van a hacer en Barcelona. Y muchas más cosas le dedicaría yo al Pepe.

A mi madre no le gustaba que dijese tantos tacos. De hecho, con 14 años y veraneando cerca de Cambrils, me quedé sin ver al Pepe porque su espectáculo se titulaba «…ño!», y mis padres consideraron que no debía ser bueno para mí. Pero los tacos en boca del Pepe sonaban mejor. Parecía muy exagerado, pero no lo era tanto. Por ejemplo, de Aznar dijo barbaridades, sí, pero el Rubianes nunca apoyó la invasión un país. ¿Quién es el exagerado? Es mi opinión, y «la opinión es como el culo: todo el mundo tiene uno», precisó el Pepe. Y tenía razón.

A mí me gustaría ver el nombre de Pepe Rubianes por todos los sitios, no solo en una plaza. Por eso, reivindico una compañía de seguros llamada «Rubianes, solamente»; y una tapa llamada 'Makinavaja', hecha por Albert Adrià; o que incluso el mismísimo Ferran Adrià se invente un taco, para comer, con el nombre de 'Rubianes'; o que se ponga a la venta el 'Alargador de pene Pepe Rubianes'... Sería un placer, como recordar esta frase de Pepe: "Con lo bien que le sienta a uno que una negrona te dé un meneo que te deje con la lengua de lado para caer de rodillas y pedirle al Altísimo que pare esa máquina de 'plaser' porque se te puede ir la vida por el pito".

Este diario arrancó una campaña para que le dedicaran una calle. Decía el Rubianes: "Las obras de la calle son una metáfora perfecta de nuestra vida, porque están en permanente construcción o derribo". Al final, tendrá una plaza cerca del Molino. Y yo que me alegro. Aunque lo mejor de todo es que al Pepe se la sudará.