Geometría variable

El 2014 frente al voto de protesta

JOAN TAPIA

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En todos los países europeos la crisis está inflando los partidos de protesta, los ajenos al sistema. En Gran Bretaña, el que genera mas simpatías es el UKIP, que quiere la salida de Europa. Canaliza el voto de protesta que no puede ir a los conservadores porque gobiernan ni a los laboristas que lo hicieron hasta hace poco. En Francia, las encuestas dicen que el primer partido en las europeas será el Frente Nacional de Marine Le Pen, la extrema derecha, que engorda con parte del voto de protesta que hace dos años fue a François Hollande (contra Nicolas Sarkozy) y que ahora no volverá a votar socialista (el paro sigue alto) ni puede ir a una derecha desunida. La excepción es Alemania (el paro ha bajado durante la crisis), donde la CDU y el SPD mantienen su fuerza (aunque los premios nobel españoles de equilibrio social dicen que allí el empleo es de baja calidad).

En España pasa algo similar, pero aquí -pese a que la crisis es más fuerte y el paro supone más del doble de la media europea- el PP y el PSOE siguen siendo dominantes. Según la encuesta del CIS hecha pública ayer, el PP pierde el 12% respecto a las elecciones de noviembre del 2011, pero sigue ganando al PSOE, que pierde un 2%. Y PP y PSOE quedan todavía muy por delante de IU y UPD, que grosso modo doblan el voto del 2011. Pero la protesta está ahí. En la encuesta de EL PERIÓDICO publicada el domingo se veía que la fidelidad de voto a populares y socialistas es solo del 45% del voto del 2011. Algo menos de la mitad de los votantes populares y socialistas están hoy dispuestos a repetir su elección.

El voto de protesta es también la nota dominante en Catalunya. Según la encuesta de EL PERIÓDICO, la coalición de gobierno, CiU, tendría una fidelidad de solo el 52% en unas legislativas. Y en unas hipotéticas elecciones catalanas parece que el voto por sensibilidades (soberanista y no soberanista) se mueve muy poco pero que, por el contrario, suben con fuerza los partidos de protesta. Resumiendo, el pleno del voto independentista (ahora CiU, ERC y la CUP) obtendría, según el sondeo publicado recientemente por La Razón, 72 diputados (frente a 74 en el 2012 y 73 en el 2010), mientras que el no soberanista (PP, Ciutadans y PSC) sacaría 50, frente a 48 en el 2012 y 49 en el 2010. En medio, la menos definida ICV tendría una progresión (14 escaños ahora frente a 13 en el 2012 y 10 en el 2010).

La frontera soberanismo-no soberanismo no se altera pero, por el contrario, dentro de cada bloque hay fuertes traspasos. Suben los partidos de protesta a costa de los de gobierno. Entre los no soberanistas se dispara Ciutadans, que tendría ahora hasta 16 diputados frente a 9 en el 2012 y 3 en el 2010 a costa del PP (16 frente a 19 y 18) y el PSC (18 frente a 20 y 28). Pero la mayor transferencia se da en el frente nacionalista, ya que el partido de Artur Mas bajaría hasta 34 diputados frente a los 50 actuales y los 62 del 2010. Perdería casi la mitad de sus diputados del 2010. ERC ,con 31 escaños, mejoraría los 21 actuales y triplicaría los 10 del 2010. Y la CUP, con 7 diputados, doblaría con creces los 3 actuales.

Hipótesis que puede alejarse

Pero lo más increíble de esta encuesta (que fuentes solventes de CiU admiten en privado que les preocupa) es que el frente independentista CiU-ERC se quedaría a tres o cuatro escaños de la mayoría absoluta (que sí lograrían sumando los siete parlamentarios de la CUP). Si esta extrapolación se confirmara (más o menos) en próximas encuestas, la hipótesis de unas elecciones plebiscitarias anticipadas en el 2014 se alejaría mucho. Para CiU podrían ser el beso de la muerte y al cauto Oriol Junqueras tampoco le interesarían.