Sí y Sí. Haremos un nuevo país para todos

Este jueves,13 de diciembre, se ha producido un gran acuerdo. Un acuerdo que era difícil porque une fuerzas políticas de trayectorias y discursos diferentes. Pero se han puesto de acuerdo para dar voz a la ciudadanía, con una pregunta clara y honesta, para que los que queremos la independencia, los que quieren un estado propio y los que no quieren cambiar nada puedan expresar su voluntad en libertad.

Nosotros explicaremos que hacer un nuevo país, nacido única y exclusivamente de la voluntad democrática, es la revolución democrática con más posibilidades de Europa. Una oportunidad única de hacer un país de calidad democrática desde el segundo cero. Explicaremos que dejar atrás el maltrato fiscal creciente es la única vía posible de rehacer el Estado del Bienestar y lograr políticas sociales al nivel de los países escandinavos. Propondremos una política económica al servicio de la economía productiva, pensada para la pequeña y mediana empresa exportadora, para la industria y la economía social, dejando atrás el actual control sobre el Boletín Oficial del Estado que ejercen los oligopolios y la economía especulativa.

Desearía tener contraste en este debate, para que la gente pueda decidir en libertad. Hasta ahora sólo hemos oído, del lado del 'no', la negación al principio democrático básico con la ley como barrera y no como camino, la negación de nuestra capacidad de autogobierno, el intento de división identitaria y una nutrida variedad de plagas y calamidades. Ningún esfuerzo de seducción. Ningún intento de hacer una propuesta creíble que acomode la realidad nacional catalana, garantice el bienestar y ponga la economía productiva frente a la financiera.

Si este sigue siendo el tablero de los argumentos lo tenemos ganado. No seducirá quien niegue la capacidad de los catalanes. Quien no entienda que nuestra vivencia de la identidad personal permite, desde hace muchos años, las identificaciones múltiples y desligada de la forma política que preferimos lo tiene perdido. Y el argumento, sin decirlo, que si somos independientes nos harán la puñeta todo lo posible es una manera segura de no convencer a nadie.

Derecho democrático, reconocimiento del valor de la diversidad cultural y lingüística, Estado del Bienestar e impulso a la economía productiva son las cartas ganadoras de esta partida.

Pero, por suerte, la última palabra la tendrán los ciudadanos el próximo nueve de noviembre, por cierto, en el 25 aniversario de la caída del muro de Berlín. En democracia. En libertad.

Oriol Amorós, portavoz adjunto del grupo parlamentario de ERC.