La clave

Gracias por ayudar a Marc

ALBERT SÁEZ

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Los periodistas, por definición, no somos noticia. Marc Marginedas no fue noticia ayer ni lo es hoy por ser periodista. Lo es y lo será porque es un ciudadano que ha perdido su libertad. Se la jugó por su trabajo, pero también podría ser médico, cooperante o maestro. Los periodistas han de estar donde pasan cosas. Y en Siria pasan muy gordas. Y hay que contarlas. Y quienes las padecen han de ser los primeros interesados en que se cuenten. Y para contarlas hay que entenderlas. Por eso Marc está siempre ahí, sabiendo el idioma de los protagonistas de las historias que explica, respirando su cultura y su ambiente. Para que el mundo sepa qué piensa Obama de Siria pero también qué piensan los sirios de Obama, la crónica que empezó a escribir a primeros de septiembre y que estamos todos deseando que acabe muy pronto. Medios de comunicación de todo el mundo explicaron ayer la historia de Marc como hubieran explicado la de cualquier otro. Los que llevamos tres semanas padeciendo en silencio este calvario se lo agradecemos. Hemos callado por prudencia y por la misma razón haremos cuanto esté en nuestras manos por seguir ayudándole. Hasta que vuelva a poder escribir las historias que está viendo.

Trabajo bien hecho

La gente que hace bien su trabajo, sea cual sea, merece nuestro reconocimiento. No deberíamos esperar a que les pasen circunstancias excepcionales para decírselo. Pero somos así de cicateros. Porque quienes hacen bien este trabajo, como en tantas otras profesiones, se emplean a fondo cuando escriben un breve en la redacción y cuando levantan una gran crónica en el frente de guerra.  Ahí es cuando demuestran el buen hacer. Y una tarde de agosto hay que saber qué pasó con las armas químicas, y solo el reportero de primera división es capaz de activar sus contactos sobre el terreno hasta confirmar por tres fuentes independientes la muerte de decenas de niños. Y para contarlo hay que saberlo, y para saberlo hay que hacer bien el trabajo cada día. Donde toque. Eso que unos pocos vemos cada día, desde ayer son muchos los que se han dado cuenta. Gracias por contarlo.